El embajador del Gobierno de Nicaragua, Sidhartha Francisco Marín Aráuz, presentó ante Cancillería, las copias de estilo que lo acreditan como Embajador Extraordinario y Plenipotenciario de su nación ante el pueblo y gobierno hondureño.
El embajador Marín Aráuz, es licenciado en Relaciones Internacionales con Mención en Comercio Internacional (Universidad Católica, Managua), entre otros altos cursos especializados, tiene Postgrado en Diplomacia y Relaciones Internacionales (Academia Diplomática del Perú; FLACSO-Ecuador) y egresado del Programa Avanzado de Liderazgo Público (Instituto Universitario de Investigación Ortega y Gasset de España, IUIOG; SEGIB-AECID).
Ingresó a la Cancillería de la República de Nicaragua en el año 2003 como secretario ejecutivo, en la Dirección General Administrativa Financiera de la Secretaría General.
Ha prestado servicio exterior en Lima, Perú, durante 3 años (2006-2009), durante la gestión del comandante Tomás Borge, ejerciendo entre otras tareas como Agregado Cultural con Funciones Consulares, Primer Secretario y Encargado de Negocios a.i, en períodos específicos, conforme la Convención de Viena.
También fungió como jefe de Misión y Embajador Extraordinario y Plenipotenciario de Nicaragua en Quito, Ecuador, por 7 años (2009-2016). Embajador-Representante Permanente de Nicaragua ante las Naciones Unidas en Nueva York, en 2018 ministro Asesor del presidente de la República de Nicaragua para Políticas y Asuntos Internacionales, (2016-2022).
Ha ejercido diversas responsabilidades con nombramientos oficiales en el ámbito multilateral y regional, participando en diferentes foros y conferencias internacionales.
Honduras ha tenido relaciones de mutua cooperación con Nicaragua, con la finalidad de mantener los niveles de tranquilidad, seguridad, estabilidad y un clima de paz, garantizando con ello, el normal desarrollo de las actividades productivas y comerciales entre ambas naciones.
Las autoridades hondureñas esperan que se continúen estrechando los lazos de amistad y cooperación entre los dos gobiernos y, con ello, consolidar la unidad entre los pueblos centroamericanos.