La Conferencia Episcopal de Honduras (CEH), pidió a las autoridades hondureñas reconsiderar las medidas de seguridad implementadas frente a la violencia y de ser necesario cambiar las estrategias de protección, ya que “no están dando resultados”.
Por esta razón, “nos pronunciamos enérgicamente contra todo tipo de violencia y de alteración del orden social. Al pensar en tantos muertos, no se trata únicamente de cifras son vidas humanas, y muchas de ellas son niños de muy corta edad”.
Apuntaron que la espiral de violencia que “estamos sufriendo es el resultado de años de injusticia, de corrupción sistemática y de la indiferencia con la que se han visto las raíces del problema”.
La CEH señaló que la violencia también recrudece la pobreza extrema y anula las esperanzas de encontrar una solución duradera, por lo que recuerda que hoy más que nunca los hondureños “necesitamos estar unidos”.
La iglesia católica vive “una profunda tristeza ante el profundo dolor que viven tantas familias a causa de la pérdida de sus seres queridos, y de todos los que se sienten amenazados”.
Además, dejaron saber que, como pastores de la Iglesia, sentimos el sufrimiento, el dolor y la angustia, el miedo y la frustración de nuestro rebaño, al tiempo que piden a todos, que no cansarse de hacer el bien y mantener viva la esperanza cristiana y orar sin desfallecer.
Asimismo, solicitaron al pueblo hondureño a prestar atención al consejo del Papa Francisco, el cual se pronunció a la tragedia de las 46 reclusas en el Centro Femenino de Adaptación Social (Cefas).
Por lo que lamentó la situación y exhortó a “dirigir nuestra mirada a la Santísima Virgen de Suyapa, Madre de Honduras, suplicándole que ayude a los corazones a abrirse a la reconciliación y dar lugar a la convivencia fraterna, en todos los espacios de la vida social, incluso dentro de las cárceles”.