Un “bunker de armas” y dispuestos a iniciar una guerra estaban en la Penitenciaría de Támara, donde los elementos descubrieron un arsenal, de armas prohibidas y con más municiones de la armería de las FF. AA.
Un contingente de al menos 100 elementos se presentó al Módulo Sentenciados número 1, en donde sacaron a los reos uno por uno, los revisaron que no llevaran nada en sus cuerpos.
La sorpresa fue grande, ya que, en los escondites, el Instituto Nacional Penitenciario (INP), informó sobre un mega operativo realizado en el Centro Penitenciario Nacional de Támara (CPNT), ubicado en Francisco Morazán, era inesperado.
Entre lo decomisado se cuentan cuatro fusiles, una AK-47, una diversidad de tipos de pistolas que suman 21 en total, así como 57 cargadores y 2,520 municiones de diversos calibres.
Estaba guardado, pero listas para vender, cuatro paquetes de mariguana.
SEPARAN CABECILLAS
Otra medida tomada por la administración del INP, fue el traslado de al menos cinco supuestos miembros activos de la Pandilla 18, fueron movidos a de El Porvenir, en Francisco Morazán, pues ellos estaban guardando prisión en Támara. Estos individuos fueron identificados como cabecillas de esta estructura de crimen organizado y se encargaban de la coordinación de extorsión en la capital.