El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, visitó las posiciones militares cerca de la ciudad de Bajmut, epicentro de encarnizados combates en el este de Ucrania, horas después de que un bombardeo ruso impactara una escuela cerca de la capital.
Un ataque ruso con drones en la madrugada alcanzó una escuela secundaria en Rzhyshchiv, unos 80 km al sur de Kiev. El bombardeo dejó siete muertos y nueve heridos, según las autoridades.
En Zaporiyia, en el sur de Ucrania, al menos una persona murió y 32 resultaron heridas en otro ataque ruso contra un edificio residencial, según las autoridades de la ciudad.
En su visita a la línea de frente cerca de Bajmut, Zelenski reconoció la “difícil” labor de las tropas ucranianas.
“Es un honor estar aquí hoy para recompensar a nuestros héroes. Estrechar sus manos y agradecerles por proteger la soberanía de nuestro país”, dijo en un mensaje en las redes sociales.
El video difundido por la oficina de Zelenski muestra al presidente reuniéndose con militares en un depósito y entregando condecoraciones.
En un mensaje separado, el mandatario detalló que visitó a soldados ucranianos heridos.
Las fuerzas rusas y ucranianas combaten desde hace meses para hacerse con el control de Bajmut, en manos de Kiev, en la batalla más feroz desde el inicio de la guerra el 24 de febrero de 2022.
Kiev afirma que la lucha por esta ciudad industrial, que antes de la guerra tenía una población de unas 80.000 personas, es clave para contener a las fuerzas rusas a lo largo de todo el frente oriental.
– “Salvajada” –
Zelenski ya había visitado Bajmut el año pasado, justo antes de un viaje histórico a Estados Unidos, su primero al extranjero desde el inicio de la invasión rusa en febrero de 2022.
Sin embargo, desde entonces, las fuerzas rusas han registrado importantes avances en los alrededores de la localidad.
Un asesor del jefe de la región oriental ucraniana de Donetsk nombrado por Rusia declaró el miércoles que las fuerzas rusas estaban a punto de cortar las conexiones por carretera de la ciudad.
“La ciudad está prácticamente bloqueada”, aseguró Yan Gagin en declaraciones difundidas por las agencias de noticias rusas.
Zelenski también mostró imágenes del ataque en Zaporiyia en las que se ve un proyectil estrellándose contra un edificio residencial.
“Lamentablemente, un herido, que se encontraba en estado grave, falleció”, dijo en Telegram el alcalde de la ciudad Anatoliy Kurtiev.
Zelenski calificó el ataque de “salvajada bestial” y dijo que Rusia buscaba “destruir nuestras ciudades, nuestro Estado, nuestro pueblo”.
Una estimación del Banco Mundial, la ONU, la Unión Europea y Kiev consideró que Ucrania necesitará unos 411.000 millones de dólares para su reconstrucción y recuperación económica.
– Amenazas a CPI –
La visita de Zelenski a Bajmut tuvo lugar horas después de que el líder chino, Xi Jinping, abandonara Rusia tras una cumbre con su par Vladimir Putin.
Ambas naciones expresaron sus inquietudes por la expansión de la OTAN y acordaron profundizar su alianza.
El dirigente ruso afirmó estar abierto a negociar con Ucrania y alabó la propuesta de paz de 12 puntos presentada por China, que reclama diálogo y respeto por la soberanía territorial de todos los países.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, señaló que había invitado a China a dialogar, pero que aún esperaba “una respuesta”.
La visita del líder chino se interpretó como un espaldarazo a Putin, quien enfrenta un pedido de captura de la Corte Penal Internacional (CPI) por denuncias de deportación ilegal de niños ucranianos.
El órgano legislativo de la CPI deploró las “amenazas” recibidas por los miembros de ese tribunal tras la emisión de la orden de detención.
El expresidente ruso Dimitri Medvedev advirtió por ejemplo a los jueces que “mirasen el cielo con atención”, en referencia a un ataque con misil.
Estados Unidos, que ve el plan de paz chino con escepticismo, afirmó que el país asiático aún no había “cruzado la línea” de entregar armas letales a Moscú.
También aseguró que alentará a otros países a extraditar a Putin si realiza una visita a su país.
“Creo que cualquiera que sea miembro de la corte y tenga compromisos debe cumplir con sus obligaciones”, opinó el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken.
Estados Unidos, al igual que Rusia, no forma parte del tribunal con sede en La Haya.