El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, ordenó sancionar a su exsocio comercial Timur Mindich, acusado de liderar una red de corrupción que habría desviado más de 100 millones de dólares del sector energético estatal.
La medida, adoptada mediante decreto presidencial, incluye el congelamiento de bienes y restricciones financieras, y se produce en medio de una profunda crisis política que sacude al país mientras continúa la guerra con Rusia.
Mindich, empresario de 46 años y coproductor de la compañía audiovisual que Zelenski fundó antes de llegar al poder, es señalado por la Agencia Nacional Anticorrupción (NABU) como el cabecilla de una trama de lavado de dinero que involucró a altos funcionarios del gobierno.

Entre ellos, los ministros de Energía, Svitlana Grinchuk, y de Justicia, Herman Galushchenko, quienes fueron forzados a renunciar el miércoles tras revelarse su participación en el esquema de sobornos vinculados a la empresa pública Energoatom.
El escándalo ha generado un fuerte impacto en la opinión pública y en la comunidad internacional, que observa con atención los esfuerzos de Ucrania por mantener la transparencia institucional en medio de la guerra.
Zelenski, en un intento por reafirmar su liderazgo, visitó este jueves a las tropas ucranianas desplegadas en la región de Zaporiyia, donde el ejército ruso ha reivindicado avances recientes.
Durante su visita, el mandatario condecoró a soldados en primera línea y aseguró que “la lucha contra la corrupción es tan crucial como la defensa del territorio”. La red eléctrica ucraniana, blanco frecuente de ataques rusos, ha sufrido graves daños, lo que agrava la situación humanitaria de cara al invierno.
Zelenski ha solicitado al Parlamento que respalde las sanciones y ha prometido una reestructuración profunda del gabinete para restaurar la confianza ciudadana.