Varsovia afirmó haber desmantelado una red rusa de espionaje, dedicada a recoger información sobre el envío de armas a Ucrania a través de Polonia y a preparar actos de sabotaje.
“La Agencia de Seguridad Interior (ABW) detuvo a nueve personas sospechosas de colaborar con los servicios especiales rusos”, declaró a la prensa el ministerio del Interior, Mariusz Kaminski.
“Los sospechosos llevaban a cabo actividades de espionaje contra Polonia y preparaban actos de sabotaje por cuenta de los servicios de inteligencia rusos”, precisó.
Según él, los individuos son extranjeros que venían de países situados “más allá de la frontera oriental de Polonia”.
Seis de ellos fueron acusados de espionaje y de participación en un grupo criminal organizado. Los otros tres estaban siendo interrogados por la justicia.
Según el ministro, el grupo tenía por objetivo “el reconocimiento, la vigilancia y la documentación del envío de armamento destinado a Ucrania”.
“Los sospechosos estaban preparando igualmente actos de sabotaje con el objetivo de paralizar las entregas de material militar, armas y ayuda a Ucrania”, expuso.
El miércoles, la radio privada polaca RMF FM indicó, citando a fuentes anónimas, que el grupo instaló cámaras ocultas en infraestructuras ferroviarias importantes, que registraban y transmitían datos sobre el tráfico de trenes.
Según RMF, “decenas de aparatos” de este tipo fueron instalados, algunos cerca del aeropuerto de Jasionka, una de las principales infraestructuras utilizadas para el envío de armas y municiones occidentales a Ucrania.
El ministro del Interior afirmó que los servicios polacos tienen la prueba de que los miembros del grupo fueron remunerados de manera regular por los servicios secretos rusos.