Washington, D.C. — El Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) informó que las detenciones de migrantes irregulares en la frontera sur de Estados Unidos descendieron a 237.565 durante el año fiscal 2025, que concluyó el pasado 30 de septiembre.
Esta cifra representa el nivel más bajo en 55 años, desde los 201.780 casos registrados en 1970, y marca una reducción del 87% respecto al promedio de los últimos cuatro años fiscales, que fue de 1.86 millones.
El comunicado oficial destaca que el 72% de estas detenciones ocurrieron entre octubre de 2024 y enero de 2025, durante los últimos meses del gobierno de Joe Biden, lo que el DHS calificó como un “logro significativo en la gestión migratoria”. Las autoridades atribuyen la caída a una combinación de factores, entre ellos el reforzamiento de controles fronterizos, acuerdos bilaterales con países de origen y tránsito, y el uso de tecnología para monitorear cruces ilegales.
Sin embargo, el panorama migratorio podría cambiar drásticamente. Al asumir su segundo mandato en enero de 2025, el presidente Donald Trump anunció que las redadas y deportaciones masivas de indocumentados serían una prioridad de su política interior.

En sus primeras semanas, el nuevo gobierno ha reactivado programas como “Permanecer en México” y ha ordenado el despliegue de más agentes de ICE en zonas urbanas.
Organizaciones defensoras de derechos humanos han expresado preocupación por el enfoque punitivo del nuevo gobierno, advirtiendo sobre posibles violaciones al debido proceso y el aumento de detenciones arbitrarias.
Mientras tanto, el DHS continúa monitoreando los flujos migratorios y prepara nuevos informes sobre el impacto de las medidas adoptadas.
La frontera sur sigue siendo un punto neurálgico en el debate político estadounidense, donde se cruzan temas de seguridad, derechos humanos y gobernabilidad.