Estados Unidos dijo que el lanzamiento de 11 misiles balísticos de China alrededor de Taiwán fue una reacción exagerada ante la visita de la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, a Taiwán.
Estados Unidos ha decidido aplazar una prueba de misiles balísticos intercontinentales (ICBM) prevista en los próximos días “para evitar una mayor escalada de las tensiones”, afirmó un portavoz de la Casa Blanca, John Kirby, en rueda de prensa.
“En un momento en que China realiza ejercicios militares desestabilizadores alrededor de Taiwán, Estados Unidos se comporta por el contrario como una potencia nuclear responsable, reduciendo el riesgo de errores de cálculo”, señaló.
El portavoz recordó que el presidente Joe Biden habló con su homólogo chino, Xi Jinping, la semana pasada.
“Las líneas de comunicación aún están abiertas con Pekín y creo que lo verán en los próximos días”, dijo. “Es muy importante”.
China “disparó 11 misiles balísticos hacia Taiwán y aterrizaron en el noreste, este y sureste de la isla”, precisó.
“Condenamos estos actos, que son irresponsables”, agregó. Pekín aprovechó la visita de la presidenta de la Cámara de Representantes como un “pretexto para aumentar su actividad militar provocadora en el Estrecho de Taiwán y sus alrededores”.
“No buscaremos provocar una crisis y no la queremos”, subrayó. “Al mismo tiempo, nadie nos disuadirá de operar en los mares y los cielos del Pacífico Occidental, de conformidad con el derecho internacional”, subrayó.
Por eso el secretario de Defensa, Lloyd Austin, ha decidido mantener en la zona “un poco más tiempo de lo previsto” el portaaviones USS Ronald Reagan y su grupo aerotransportado, que actualmente navega en el mar de Filipinas, para “vigilar la situación”, señaló.
El test con un misil balístico intercontinental (ICBM) Minuteman se mantiene y se llevará a cabo en una fecha por determinar.