Una farsa la elección de jueces en México

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Unos, confundidos; otros, indignados por lo que consideraron una “farsa”. La inédita elección de jueces en México sacó a flote la polarización política, pero también la indiferencia de muchos frente al futuro de la justicia.

La jornada transcurrió con un marcado ausentismo en varios puestos de votación, donde los electores tuvieron que lidiar con múltiples boletas (una por cada cargo) y extensas listas de candidatos.

Estos comicios fueron resultado de una reforma constitucional impulsada por el oficialismo de izquierda con el argumento de combatir una impunidad de más del 90%, pero que según sus críticos dejarán la justicia a merced de presiones políticas y criminales.

En una casilla del barrio Escandón, en Ciudad de México, apenas el 5% de las personas inscritas habían emitido su voto tres horas después de iniciada la jornada.

Allí, un hombre tardó unos 26 minutos en marcar las nueve papeletas que recibió.

“Creo que les asustó un poco el cúmulo de información que deberían tener en mente”, señaló a su vez Gerardo Terán, de 66 años, presidente del centro de votación, para explicar la baja afluencia de electores.

Los capitalinos debían elegir entre 294 candidatos a diferentes puestos federales y locales, desde ministros de la Corte Suprema hasta jueces de distrito.

“Fue un poco difícil porque son muchas personas aspirantes (…), creo que necesitamos más información”, expresó Leticia Calderón, profesora universitaria de 63 años, tras sufragar en el barrio Del Valle, de la capital.

Para decidir entre los cientos de postulantes, algunos recurrieron a métodos poco ortodoxos. Arturo Giesemann, jubilado de 57 años, llamó por teléfono a un candidato que difundió su número en un sitio web habilitado por el Instituto Nacional Electoral.

En el estado de Jalisco (oeste) María Estrada, ama de casa de 63 años, optó por confiar en su “intuición”, pues confesó no conocer a los candidatos.