Ucrania prometió “liquidar” la “amenaza” rusa, poco después de que los separatistas de Donetsk y Lugansk, en el Donbás, y de la región bajo ocupación rusa de Jersón anunciaran la celebración de referendos esta semana para unirse a Rusia.
“Ucrania va a solucionar la cuestión rusa. La amenaza sólo puede liquidarse por la fuerza”, escribió en Telegram el jefe de la administración presidencial ucraniana, Andrii Yermak, quien denunció un “chantaje” por parte de Moscú motivado por “el miedo a la derrota”.
Las fuerzas ucranianas han recuperado desde inicios de septiembre miles de kilómetros cuadrados ocupados por las tropas rusas.
Las regiones de Donetsk y Lugansk, en el este del país, están bajo control de los separatistas prorrusos desde 2014. La de Jersón, en el sur, fue ocupada por el ejército ruso desde el inicio de la invasión lanzada el 24 de febrero.
EL presidente ruso Vladimir Putin ya reconoció la independencia de las regiones de Donetsk y Lugansk, poco antes de lanzar su ofensiva en Ucrania. Su integración en Rusia supondría una escalada en el conflicto en curso.