WASHINGTON, D.C. – El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, volvió a estar en el centro de la polémica tras insultar a la periodista Catherine Lucey, corresponsal de Bloomberg, durante un intercambio con la prensa a bordo del Air Force One. El incidente ocurrió el pasado viernes, pero se viralizó este martes 19 de noviembre, generando una ola de indignación en redes sociales y entre gremios periodísticos.
Lucey preguntó por qué Trump se niega a desclasificar los archivos relacionados con la investigación del delincuente sexual Jeffrey Epstein, si “no hay nada incriminatorio” en ellos. La respuesta del mandatario fue tajante: “Cállate. Cállate, cerdita”, mientras apuntaba con el dedo a la reportera.
La Casa Blanca defendió la reacción del presidente, alegando que la periodista se comportó de forma “inapropiada y poco profesional”.

Sin embargo, organizaciones como el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ) y Reporteros sin Fronteras (RSF) condenaron el insulto, calificándolo como un acto de intimidación verbal que vulnera la libertad de prensa.
Este episodio se suma a una larga lista de descalificaciones personales que Trump ha dirigido a periodistas desde su regreso al poder en enero de 2025.
Analistas políticos advierten que este tipo de agresiones refuerzan un clima de hostilidad hacia los medios, especialmente en un contexto donde el caso Epstein sigue generando controversia por sus posibles implicaciones políticas.
El video del momento fue difundido por medios como Bloomberg, CNN y The Guardian, y ha sido reproducido millones de veces en plataformas como X (antes Twitter) y TikTok. Figuras públicas, legisladores demócratas y algunos republicanos moderados también expresaron su rechazo, instando al presidente a disculparse públicamente.
La agresión verbal ha reavivado el debate sobre el respeto institucional y el papel de la prensa en democracias consolidadas.