El presidente estadounidense Donald Trump dio un ultimátum de 50 días a Rusia para detener la guerra en Ucrania, advirtiendo que, de no hacerlo, enfrentará nuevas sanciones, incluyendo aranceles del 100% sobre productos y “aranceles secundarios” para sus socios comerciales.
Durante una reunión con el jefe de la OTAN, Mark Rutte, en la Casa Blanca, Trump anunció el próximo envío masivo de armas a Kiev a través de la alianza militar, entre ellas sistemas de defensa aérea como baterías Patriot.
La ofensiva rusa, iniciada en febrero de 2022, continúa intensificándose, con Moscú lanzando cantidades récord de drones cada semana. Las negociaciones lideradas por EE. UU. están estancadas, y Putin se niega a frenar la invasión. La industria de defensa rusa opera a plena capacidad.
Trump aclaró que EE. UU. no asumirá pagos por el armamento; será fabricado en su territorio, pero financiado por los miembros de la OTAN. El acuerdo busca fortalecer la posición militar ucraniana y frustrar los avances rusos en el frente. Rutte enfatizó que Ucrania recibirá grandes cantidades de equipos, misiles y municiones.
Aunque Trump intentó inicialmente acercarse a Putin tras iniciar su segundo mandato en enero, su frustración ha crecido al ver la intensificación del conflicto. A pesar de calificativos duros hacia el mandatario ruso, Trump reafirma su apoyo a Ucrania. Su enviado especial, Keith Kellogg, visitó Kiev este lunes y sostuvo una reunión “productiva” con Zelenski, quien agradeció las muestras de respaldo.
Un soldado ucraniano en el frente este, identificado como “Grizzly”, celebró el anuncio de refuerzos para la defensa aérea. Considera que los Patriots protegerán mejor a sus familias, expuestas al peligro.
Mientras tanto, Rusia reclama haber tomado dos pueblos en Donetsk y Zaporiyia. Los ataques dejaron al menos tres muertos en regiones fronterizas del noreste. Por último, Zelenski propuso nombrar a Yulia Sviridenko como nueva primera ministra.