Las fuerzas rusas bombardearon varias localidades en la cuenca del Donbás, entre ellas la ciudad de Kramatorsk, en su avance para terminar de conquistar el este de Ucrania.
En Kramatorsk, capital de la provincia de Donetsk (que junto a la de Lugansk conforman el Donbás), la explosión dejó un gran cráter en un patio situado entre un hotel y edificios residenciales, constataron periodistas.
Los reporteros vieron el cadáver de una persona y varios heridos, así como dos coches en llamas.
“Bombardeo contra la parte central de Kramatorsk. Hay víctimas”, anunció en Facebook el alcalde de esta ciudad, Oleksandr Goncharenko, instando a la población a permanecer en los refugios antiaéreos. “El peligro todavía no pasó”, agregó.
Las fuerzas rusas, que han avanzado estas últimas semanas en el Donbás, afirman controlar toda la región de Lugansk.
Ahora quieren conquistar Donetsk, para hacerse con el control absoluto de la cuenca minera, que ya estaba parcialmente en manos de los separatistas prorrusos desde 2014.
El gobernador de Donetsk, Pavlo Kyrylenko, indicó que los disparos de artillería y lanzamisiles mataron el miércoles a al menos a siete civiles en varias localidades de la región.
En esta provincia, Sloviansk y su ciudad gemela Kramatorsk se anuncian como los próximos objetivos de las fuerzas rusas, que invadieron Ucrania hace más de cuatro meses.
“El enemigo intenta lanzar ataques en dirección a Sloviansk”, bombardeando las localidades vecinas, indicó el jueves el ejército ucraniano.
En cambio, las tropas de Kiev afirmaron haber retomado el control de la isla de las Serpientes. El lunes, la bandera ucraniana volvió a ondear en esta posición estratégica del mar Negro.
– Evacuaciones en Sloviansk –
El martes, misiles rusos alcanzaron y destruyeron parte del mercado en el centro de Sloviansk, donde murieron dos personas.
El alcalde de la ciudad, Vadim Liakh, informó el miércoles que la evacuación de la ciudad se estaba llevando a cabo. “Sacamos a gente cada día”, dijo.
El miércoles quedaban todavía en la ciudad unas 23.000 personas, de las 110.000 que vivían en ella antes de la guerra, indicó Liakh, que precisó que desde el inicio del conflicto hubo 17 fallecidos y 67 heridos.
“¿Qué vamos a hacer? No tenemos ningún sitio adónde ir, nadie nos necesita”, se lamentó Galyna Vasylivna, de 72 años.
En Moscú, un fiscal pidió el jueves siete años de prisión contra un político local de la ciudad, acusado de difundir “informaciones falsas” sobre los militares en el contexto de la ofensiva.
La víspera, Rusia adoptó un texto que introduce duras penas de cárcel para quienes insten a actuar contra la seguridad.
– “Momentos más difíciles” –
En el plano diplomático, la renuncia del primer ministro británico, Boris Johnson, como líder del Partido Conservador, un paso previo a su salida del poder, sacudió la escena internacional.
Johnson es uno de los líderes occidentales que más ha apoyado a Ucrania ante la invasión rusa, y el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, lo llamó para expresarle su “tristeza” por su dimisión.
“No dudamos de que el apoyo del Reino Unido continuará, pero su liderazgo personal y su carisma lo hicieron especial”, dijo Zelenski.
Un poco antes, la presidencia ucraniana agradeció el respaldo de Johnson en los “momentos más difíciles” de la guerra.
El Kremlin, en cambio, expresó su deseo de que “gente más profesional” llegue al poder en el Reino Unido.
Esta renuncia tiene lugar la víspera de un encuentro ministerial en Indonesia del G20 de potencias industrializadas y emergentes, en la que participarán Rusia y los aliados occidentales de Ucrania.
Es probable que en ese encuentro se produzca “una confrontación bastante dura”, dijo una fuente diplomática francesa.
La tensión también aumentó entre Ucrania y Turquía después de que un carguero ruso con cereales zarpara de las costas turcas y regresara a Rusia.
Ucrania, que acusa a Moscú de robar sus cosechas de trigo, asegura que el “Zhibek Zholy”, que zarpó el jueves pasado del puerto ucraniano de Berdiansk –bajo control ruso–, transportaba 7.000 toneladas de cereales obtenidos ilegalmente.
Según afirmó la NASA basándose en datos satelitales, Rusia controla un 22% de las tierras agrícolas de Ucrania, lo que afecta a uno de los principales proveedores de los mercados mundiales de grano.