PERÚ. – El cuerpo de la montañista japonesa Chiaki Inada, de 40 años, fue recuperado este sábado por socorristas peruanos tras permanecer cinco días a 6.500 metros de altura en el nevado Huascarán, la montaña más alta de Perú, ubicada en la región Áncash.
Inada falleció por hipotermia luego de quedar atrapada junto a su compatriota, Saki Terada (36), debido a la densa neblina y el mal tiempo que dificultaron su ascenso.
Según el grupo de rescate Socorro Andino Peruano, las condiciones meteorológicas eran extremadamente adversas.
El operativo exigió el uso de cuerdas y camillas para descender el cuerpo, cubierto de nieve, hasta un punto desde donde fue trasladado en helicóptero de la policía a la morgue de Huaraz, ciudad situada a unos 400 kilómetros al norte de Lima.
Ambas andinistas habían llegado a Perú dos semanas antes como parte de un viaje de turismo de aventura.
Decidieron escalar el Huascarán sin guía, una práctica de riesgo alto dadas las condiciones impredecibles de la zona. El lunes pasado, quedaron incomunicadas durante el ascenso.
Afortunadamente, lograron activar un dispositivo de GPS que permitió a los equipos de rescate ubicarlas. Sin embargo, las temperaturas, que pueden alcanzar los -30 °C, resultaron letales para Inada antes de que los socorristas pudieran alcanzarlas. Terada logró sobrevivir y fue trasladada al hospital el jueves.
Este trágico suceso se suma a otros recientes incidentes en la Cordillera Blanca, famosa por sus cumbres como el Huascarán (6.757 m) y el Huandoy (6.395 m). El pasado 22 de junio, se hallaron los cuerpos de tres montañistas desaparecidos por más de 20 días, víctimas de una avalancha.
Además, en julio del año pasado, el cuerpo momificado del estadounidense William Stampfl fue localizado tras desaparecer en una avalancha en 2002. Estos episodios subrayan los peligros de este imponente pero desafiante entorno natural.