Unas 70.000 personas se manifestaron el sábado en República Checa en contra del gobierno, al que acusan de prestar más atención a Ucrania, devastada por la guerra, que a sus propios ciudadanos.
Organizada bajo el eslógan “República Checa primero”, la protesta tuvo lugar en Praga, la capital, y quiso dar visibilidad a los problemas relacionados con la aceleración de la inflación, la vacunación contra el covid-19 y la inmigración.
Los manifestantes pidieron la dimisión del gobierno de centro-derecha de Petr Fiala, que entró en funciones en diciembre.
“Para Ucrania lo mejor y para nosotros dos suéters”, se podía leer en una pancarta, una crítica al precio de la calefacción ante un invierno que se anuncia duro en plena crisis energética por la invasión rusa de Ucrania.
Los precios de la energía aumentan en todo Europa debido a la reducción del suministro de gas desde Rusia, que acarrea un aumento de los precios de la electricidad.
“La concentración en la Plaza de Wenceslao es tranquila, no tuvimos ningún problema grave. Estimamos que el número de participantes fue de unos 70.000 a las 12h30 GMT”, informó la policía checa en Twitter.
República Checa, que ocupa actualmente la presidencia de turno de la Unión Europea, ha acogido a unos 400.000 refugiados de Ucrania desde que comenzó la guerra el 24 de febrero y ha prestado una importante ayuda militar y humanitaria al país.
Según Fiala, la manifestación fue organizada por “personas prorrusas cercanas a posiciones extremistas y cuyos intereses se oponen a los de República Checa”.