El príncipe Guillermo, heredero de la corona británica, retomó el miércoles sus actividades, mientras su padre, el rey Carlos III, se mantiene alejado de la vida pública, tras anunciarse esta semana que padece un cáncer.
El primogénito del rey, que desapareció de la escena pública al decidir acompañar a su esposa Catalina tras la misteriosa operación abdominal a la que se sometió hace tres semanas, asistió este miércoles por la mañana a un acto en el Castillo de Windsor.
Allí, Guillermo, de 41 años, entregó unas condecoraciones a ciudadanos en reconocimiento a sus acciones comunitarias.
En su vuelta a la vida pública, a Guillermo le espera una larga jornada, en la que asistirá también a una gala benéfica en Londres en favor de la London Air Ambulance.
Catalina, de 42 años, que fue operada a mediados de enero, permaneció dos semanas ingresada y los médicos prescribieron a la princesa de Gales que prescindiera de toda actividad al menos hasta finales de marzo.
Por su parte, Carlos III, de 75 años, debió afrontar un problema de hipertrofia “benigna” de próstata, que le obligó a pasar por el quirófano el 26 de enero.
Durante su estancia en el hospital, le diagnosticaron un cáncer del que no se dieron detalles, y que el primer ministro británico, el conservador Rishi Sunak, afirmo el martes a la BBC que fue “detectado a tiempo”.
Sunak hizo el miércoles una breve referencia al cáncer del rey en el Parlamento.
“Sé que los pensamientos de este Parlamento y de todo el país están con el rey y su familia”, dijo en la Cámara de los Comunes.
Un portavoz del primer ministro anunció que la audiencia semanal de Sunak con el rey, que se trasladó el martes a su residencia de Sandringham, en el este de Inglaterra, será por teléfono.
El retorno de Guillermo a sus obligaciones reales coincide con la llegada al Reino Unido de su hermano menor, el príncipe Enrique, que viajó desde Estados Unidos, donde vive con su esposa Meghan Markle y sus dos hijos, para visitar a su padre.
Enrique, de 39 años, se marchó a California con Meghan en 2020, denunciando, entre otras cosas, la insoportable presión de la prensa sensacionalista británica. Desde entonces, mantiene tensas relaciones con su hermano y con su padre.
Sin embargo, el martes, nada más aterrizar en Londres, fue a visitar al monarca.
– VIAJE RELÁMPAGO DE ENRIQUE –
Padre e hijo estuvieron juntos durante 30 minutos en la residencia londinense de Clarence House, y la opinión pública británica se preguntaba si, aprovechando el viaje, los dos hermanos se reunirían, pese a su relación distante.
“Fuentes cercanas al príncipe Guillermo dejaron claro que no se reuniría con su hermano. Se cree que no han hablado durante más de un año y Guillermo no está dispuesto a abrirle una puerta a su hermano”, señaló el diario The Times.
Según la prensa, al final no hubo encuentro. Tras un viaje relámpago de una jornada, Enrique fue visto el miércoles por la tarde en el aeropuerto londinense de Heathrow.
El duque de Sussex se mostró sonriente y relajado poco antes de dejar Londres.
Según la última encuesta de la sociedad Yougov, Guillermo es el más popular entre los miembros vivos de la familia real, solo superado por la fallecida Isabel II, mientras Carlos III ocupa el sexto lugar y Enrique el duodécimo.
El primogénito del rey deberá soportar la presión de ser el centro de los focos durante las próximas semanas o meses, mientras dura el tratamiento de su padre.