Papa Francisco aquejado de neumonía bilateral

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El papa Francisco, hospitalizado y aquejado de una neumonía bilateral, respira sin asistencia mecánica, puede levantarse y tiene un corazón que “resiste muy bien”, indicó el miércoles el Vaticano, en un momento de creciente preocupación por el estado de salud del pontífice de 88 años.

Francisco, hospitalizado desde el viernes en el hospital Gemelli de Roma, fue sometido el martes a un escáner torácico que mostró una neumonía bilateral. Sigue presentando un “cuadro clínico complejo” que requiere tratamiento médico adicional, según la última parte médica publicada el martes por la noche.

El jesuita argentino, que sufre problemas respiratorios y al que le extirparon el lóbulo pulmonar derecho cuando era joven, contrajo una “infección polimicrobiana, en un contexto de bronquiectasias y bronquitis asmática” y su tratamiento terapéutico es “complejo”.

El miércoles recibió la visita de la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, quien dijo que lo vio “alerta y receptivo” y que incluso “bromeó” con él.

El portavoz de la Santa Sede, Matteo Bruni, afirmó por su parte que el papá “pasó una noche tranquila, se despertó y desayunó”.

“El papa respira solo. Su corazón resiste muy bien”, dijo una fuente vaticana.

Según esta fuente, el pontífice puede levantarse y sentarse en un sillón. Respira sin asistencia mecánica, pero no se descarta que la utilice, por momentos. Por ejemplo, estos últimos días habló por teléfono con la parroquia de Gaza.

No obstante, la neumonía bilateral que sufre el papa Francisco representa “ciertamente un cuadro difícil”, según Andrea Ungar, profesora de geriatría de la Universidad de Florencia.

La infección “ha pasado de un pulmón al otro, a través de los bronquios (…) y puede provocar una insuficiencia respiratoria”, afirma este experto, señalando la importancia de que el papa se mantenga “activo”.

El anuncio de esta neumonía –una infección del tejido pulmonar, potencialmente mortal– ha reavivado la preocupación por la salud del jefe de la Iglesia católica, cuyo estado en declive está siendo puesto a prueba por una agenda sobrecargada y un pesado ritmo de trabajo que se ha negado a aligerar.

La inquietud fue en aumento tras la difusión de informaciones falsas en las redes sociales, sobre todo en X, que daban cuenta de la muerte del papa en varios idiomas.

Tras su ingreso el viernes, la Santa Sede canceló sus compromisos de agenda hasta el miércoles en un primer momento, pero el martes anunció la anulación de su audiencia jubilar del sábado y precisó que el papa tampoco presidiría la misa del domingo.