DEIR EL-BALAH, Gaza. – La Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA) calificó como “otro golpe devastador” la orden militar israelí emitida este domingo 20 de julio, que exige a los residentes y desplazados en el suroeste de Deir el-Balah, en el centro de Gaza, evacuar hacia la zona costera de Mawasi, sometida a bombardeos diarios.
La ciudad, que hasta ahora había permanecido ajena a operaciones terrestres, se convirtió en refugio para miles de desplazados y centro de operaciones de organizaciones humanitarias. Según estimaciones, más de 350,000 personas se encuentran en esta gobernación central.
El portavoz del ejército israelí, Avichay Adraee, anunció que las tropas “amplían sus actividades” en una zona donde no habían operado antes, justificando la evacuación como medida de seguridad.

Sin embargo, la ONU advierte que esta acción interrumpe las líneas vitales de asistencia, como el acceso a alimentos, agua y atención médica.
La zona de Mawasi, a la que se ordena evacuar, no ofrece garantías de seguridad. El sábado, un ataque con dron israelí mató a tres personas —incluidos dos bebés— en un campo de refugiados improvisado. Más de 425,000 personas se hacinan en esa área, según datos de Naciones Unidas.
La OCHA estima que el 86.3 % de la Franja de Gaza está bajo control israelí o sometida a órdenes de evacuación, lo que ha fragmentado el territorio y dificultado la entrega de ayuda.

La agencia humanitaria denuncia que el bloqueo de suministros ha provocado una crisis de hambre, afectando a más de un millón de niños gazatíes, según la UNRWA.
Mientras tanto, los ataques continúan. Este domingo, al menos 34 personas murieron y más de 160 resultaron heridas en un bombardeo cerca de un punto de distribución de ayuda en el norte de Gaza.
La comunidad internacional sigue presionando por un alto al fuego, mientras la situación humanitaria se deteriora rápidamente.