Venezolanos que insisten en ingresar a Estados Unidos pese a nuevas políticas migratorias que restringen su entrada protestaron en las fronteras sur y norte de México, reclamando que son medidas “injustas” tras la travesía desde su país.
En Chiapas, estado fronterizo con Guatemala en el sur de México, una caravana de unos 1.000 venezolanos avanzaba por una autopista de esa calurosa región, con la esperanza de llegar a Estados Unidos.
En el noreste de México, en tanto, decenas protestaron en uno de los puentes fronterizos que unen el estado de Tamaulipas con el estadounidense Texas, lo que forzó a cerrar el paso por dicha vía, informaron autoridades.
Esta semana, un acuerdo entre Washington y México determinó que 24.000 venezolanos podrán ingresar a Estados Unidos mediante una petición formal y por vía aérea, frustrando el esfuerzo de quienes intentan cruzar desde territorio mexicano.
Soportando el sol de Chiapas y custodiado por un patrullero de la Guardia Nacional, Sandy Araujo, venezolano de 22 años, dijo a la AFP que la medida debió informarse con anticipación a migrantes como él que llevan semanas de penoso camino.
“Es injusto porque ya muchos venimos cansados, agotados, buscando pasar, entonces nos dan esta noticia y en verdad que es bastante duro (…) Pero seguimos para adelante”, subrayó.
Al grito de “¡sí se puede!”, migrantes venezolanos y algunos de otras nacionalidades salieron la noche del jueves desde Tapachula, fronteriza con Guatemala y punto de partida de las numerosas caravanas que han recorrido México en años recientes.
Según el nuevo acuerdo migratorio, Estados Unidos devolverá a México por razones humanitarias a los venezolanos que crucen ilegalmente.
– “Nos engañaron” –
Mientras tanto en Matamoros, ciudad fronteriza con Brownsville, Texas, unos 70 venezolanos marcharon encadenados y con las manos pintadas de blanco en son de paz sobre el puente internacional Gateway, pidiendo que les permitan ingresar a territorio estadounidense.
Los manifestantes, parte de los primeros deportados tras las nuevas normas migratorias, vestían los uniformes de los centros de detención donde permanecieron antes de ser trasladados a México.
Al borde del llanto, algunos se dijeron engañados por las autoridades norteamericanas pues ya llevaban unos 10 días en ese país.
“Nos engañaron diciendo que íbamos para [la oficina de] migración cuando era mentira (…) no nos dijeron nada tampoco, solamente caminen, caminen”, relató a la AFP Jonathan Castellanos, uno de los venezolanos.
Confundido, cuenta que solo supo que estaba nuevamente en suelo mexicano porque una mujer que esperaba turno para cruzar hacia Estados Unidos se lo hizo notar.
“¿Cómo que México? Y ahí fue cuando caímos en cuenta”, recuerda.
El grupo permaneció unas cinco horas en el puente que fue cerrado a la circulación de vehículos y personas mientras autoridades estadounidenses colocaron barricadas de alambre de púa y desplegaron numerosos policías fronterizos.
Tras dialogar con la jefa local de la patrulla fronteriza, los venezolanos liberaron el puente.
Algunos de ellos aceptaron además la propuesta de agentes de migración mexicanos que les ofrecieron trasladarlos a Ciudad de México para iniciar desde allá el trámite para ingresar a Estados Unidos.
El pasado miércoles un primer grupo de unos 100 venezolanos fue retornado a Ciudad Juárez (norte) donde este viernes también tuvo lugar una protesta pacífica de migrantes, que se apostaron debajo de uno de los puentes fronterizos.
México empezó a pedir visa a los venezolanos a partir de enero pasado, lo que empujó a miles a tratar de cruzar el país de manera clandestina o en caravanas.
Desde octubre de 2021 las autoridades estadounidenses contabilizan más de 155.000 venezolanos entrando por su frontera sur, más del triple que en el período anterior.