Una muchedumbre de israelíes manifestó este sábado por la noche por las calles de Tel Aviv, por 20ª semana consecutiva, para protestar contra el proyecto de reforma judicial del gobierno de Benjamin Netanyahu.
“Bibi, el enemigo de la democracia” o “ministro del crimen”, se leía en las pancartas llevadas por los manifestantes, que se congregan cada semana desde enero para denunciar la reforma y criticar al gobierno de Netanyahu, inculpado por corrupción en varios casos.
Netanyahu anunció el 27 de marzo una “pausa” en el proyecto para dar una “oportunidad […] al diálogo”, pero la movilización contra la reforma sigue siendo fuerte.
“Estamos juntos para defender la democracia israelí”, declaró Amos Tanay, científico de 52 años, que llamó a sectores de “la sociedad israelí que, en todos estos años, estuvieron silenciosos y escuchaban”.
“Pero ahora gritamos y tratamos de ser fuertes”, agregó.
La policía no da cifras oficiales sobre el número de participantes en las manifestaciones.
La semana pasada, la movilización fue reducida, a causa de los actos de violencia y los movimientos armados palestinos en la Franja de Gaza, que costaron la vida a 34 palestinos y a una israelí. Un cese del fuego puso fin el sábado pasado a cinco días de enfrentamientos.
Para el gobierno, uno de los más derechistas de la historia de Israel, la reforma del sistema judicial busca equilibrar los poderes al disminuir las prerrogativas de la Corte suprema, que el Ejecutivo considera politizada, en beneficio del Parlamento.
Pero los opositores consideran que la reforma podría empujar al país hacia un modelo iliberal o autoritario.