LOS ÁNGELES, California. – La 77ª edición de los Premios Emmy transformó el Teatro Peacock en una pasarela de lujo, estilo y personalidad. Bajo el radiante sol de septiembre, las mayores figuras de la televisión mundial desfilaron por la alfombra roja, marcando el inicio de la temporada de premios que culminará con los Óscar.
Entre las más comentadas estuvo Selena Gomez, protagonista de Only Murders in the Building, quien llegó junto a su prometido Benny Blanco luciendo un vestido rojo de Louis Vuitton, diseñado exclusivamente para ella.
Sydney Sweeney, estrella de Euphoria, también apostó por el rojo con un diseño sin tirantes, escote profundo y diamantes que acentuaban su elegancia.
Los tonos blancos dominaron entre los caballeros.
Pedro Pascal, nominado por The Last of Us, optó por un traje crema de Céline, gafas oscuras y barba incipiente que le dieron un aire sofisticado. Gwendoline Christie, nominada por Severance, impactó con un traje pálido de Tom Ford y peinado hacia atrás, evocando dramatismo y fuerza.
Tramell Tillman, ganador del Emmy por mejor actor de reparto, completó su look blanco con un broche brillante que captó todas las miradas.
Otros atuendos destacados incluyeron el vestido a rayas de Molly Gordon (Armani), el conjunto multicolor de Shannon Murphy (Rodarte) y el vestido metálico azul de Bresha Webb. Megan Stalter rompió esquemas al presentarse en jeans y camiseta blanca, reivindicando la moda casual como expresión política y personal.
La alfombra roja de los Emmy no solo celebró el talento televisivo, sino que también dejó claro que la moda sigue siendo una poderosa herramienta de narrativa, identidad y tendencia. Con estos looks, las estrellas ya comienzan a marcar el ritmo de lo que veremos en los próximos grandes eventos del cine y la cultura pop.