Migrantes varados en México lamentaron que la Suprema Corte estadounidense haya autorizado la entrada en vigor de una ley de Texas que permite a autoridades estatales detener a extranjeros sin papeles, pero señalaron que insistirán en cruzar la frontera.
Ciudad Juárez, fronteriza con El Paso, Texas, es una de las fronteras mexicanas que acumula un importante número de migrantes que esperan, a veces hasta por más de un año, llegar a Estados Unidos, ya sea que crucen clandestinamente o pidan refugio.
Gustavo Adonai, un hondureño de 43 años, dijo que el gobierno de Texas tiene el derecho de proteger su territorio, pero pidió una oportunidad para quienes buscan trabajar.
“Lo necesitamos porque nuestros países están muy mal. No es muy fácil llegar a este punto y no lograrlo”, comentó.
Oscar Galeano, de 42 años y originario de Guatemala, pidió compasión a las autoridades estadounidenses.”Nosotros venimos a trabajar. No vinimos a quitarle nada a nadie”, comentó.
El venezolano Giancarlo Navarro, de 43 años, dijo que salió de su país hace más de tres meses por motivos políticos y ahora sólo busca poder mantener a su familia.
“Necesitamos entrar a Estados Unidos, por lo menos yo soy un exilio político, no puedo regresar a mi país”, aseguró.
El máximo tribunal estadounidense permitió que la polémica legislación entrara en vigor luego de que fuera bloqueada por un magistrado.
Mientras, la Casa Blanca se prepara para dar la batalla en tribunales y la cancillería mexicana ha advertido que se negará a aceptar personas que sean entregadas por autoridades estatales.
Sin embargo, la cancillería no dejó en claro si este criterio se aplicará sólo a los extranjeros o también a los mexicanos.
La ley denominada SB4 faculta a las fuerzas de seguridad de Texas a arrestar a migrantes en el estado que no puedan comprobar que cruzaron la frontera legalmente.
La normativa prevé penas de hasta 20 años de prisión y autoriza a los jueces la expulsión de extranjeros sin papeles a México.