El presidente estadounidense, Donald Trump, ha anunciado la firma de un contrato con Boeing para el desarrollo de una nueva generación de aviones de combate, denominados F-47. Estos aviones están diseñados para reemplazar a los F-22, que han estado en servicio durante aproximadamente dos décadas.
En una declaración realizada en el Despacho Oval de la Casa Blanca, Trump explicó que “la fuerza aérea adjudicará el contrato (…) a Boeing”, aunque no reveló el costo de este por razones de seguridad nacional. “No hay nada en el mundo que se le compare”, afirmó Trump, quien añadió que la designación del avión como F-47 fue una elección de los generales. Como el 47º presidente de Estados Unidos, destacó que el número tiene un significado especial.
Acompañado por el secretario de Defensa Pete Hegseth, Trump enfatizó que el nuevo avión “envía un mensaje muy directo a nuestros aliados (…) y a nuestros enemigos, diciendo que seremos capaces de proyectar nuestro poder en todo el mundo, sin restricciones, para las generaciones venideras”.
Este anuncio se presenta como una oportunidad crucial para Boeing, que ha enfrentado una grave crisis desde el año pasado debido a problemas de calidad en su producción y a una huelga que paralizó sus principales fábricas por más de cincuenta días. Posteriormente a la comunicación del contrato, las acciones de Boeing experimentaron un aumento del 4,78% en la Bolsa de Nueva York, alcanzando los 181,09 dólares.