Las fuerzas rusas bombardearon un centro de transfusión sanguínea en la región ucraniana de Járkov (noreste), provocando “muertos y heridos”, informó el sábado el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski.
“Una bomba aérea guiada” alcanzó el centro sanitario en Kupiansk, una ciudad a pocas decenas de kilómetros de la frontera con Rusia, precisó Zelenski en redes sociales, añadiendo que los equipos de rescate se encontraban “extinguiendo el fuego”.
“Este crimen de guerra lo dice todo por sí mismo sobre la agresión rusa”, acusó el presidente.
El ataque se produjo poco después de que Zelenski informara de que misiles rusos habían golpeado las instalaciones del grupo aeronáutico ucraniano Motor Sich, una de las empresas requisadas por el gobierno al principio de la guerra.
La fábrica de Motor Sich se encuentra cerca de Jmelnitski, a unos 300 kilómetros al suroeste de Kiev.
Estos bombardeos se procuen unas horas después de que Ucrania llevara a cabo un ataque con drones contra un petrolero ruso en el estrecho de Kerch y un día después de que otro barco ruso fuera atacado en el mar Negro.