Las fuerzas militares del Caribe están “mal preparadas” para ayudar a enfrentar la violencia en Haití, dijo este miércoles el presidente de Guyana y de la Comunidad del Caribe (Caricom), Irfaan Ali, cuando crece la presión internacional por una transición y estabilidad política.
“La situación en Haití muestra lo mal preparados que estábamos como región”, dijo Ali, durante una premiación por su labor en la educación, seguridad y defensa.
El mandatario indicó que mientras otros países están llevando a cabo esfuerzos para ayudar a frenar la violencia en Haití, en la región se están viendo las “grietas” de las “operaciones conjuntas”.
“Históricamente, los hombres y mujeres no están entrenados para operar y pensar al mismo nivel de trabajo, al mismo nivel estratégico”, continuó Ali al asegurar que ahora luchan “por capacitar a las personas para operar en operaciones conjuntas”.
Haití, el país más pobre de América Latina, vive un clima de incertidumbre después de que el primer ministro Ariel Henry renunciara el lunes en un acuerdo supervisado por Caricom tras el recrudecimiento de la crisis por la violencia de bandas criminales que exigían la salida del líder haitiano.
La situación llevó al Consejo de Seguridad de la ONU a proponer el envío de una misión liderada por policías kenianos que ayuden a frenar la violencia.
Según el presidente de Kenia, William Ruto, los efectivos serán enviados una vez que se nombre un nuevo consejo presidencial que dirija Haití.
Partidos políticos y personalidades de Haití se esforzaban este miércoles en pactar la composición del consejo presidencial de transición que sustituirá a Henry, pero el éxito o no de estas nuevas autoridades dependerá en gran medida de la capacidad de frenar a las bandas armadas.
Su líder, el expolicía Jimmy Chérizier, apodado “Barbecue”, ya ha dejado claro que no aceptaría un gobierno propuesto por Caricom, que supervisó el acuerdo sobre Haití.