Las emisiones de CO2 de combustibles fósiles, que causan el efecto invernadero, crecerán apenas un 1% este año, aseguró la Agencia Internacional de la Energía (AIE).
La AIE considera que esas emisiones de CO2 representarán 33.800 millones de toneladas en 2022, poco más de 300 millones de toneladas más que en 2021.
Ese incremento es netamente inferior al aumento de más de 2.000 millones de toneladas que el mundo experimentó el año pasado, cuando la economía se reactivó tras el parón de la pandemia, explicó la agencia.
Las emisiones causadas por el carbón aumentarán este año a causa de la guerra en Ucrania, que provocó un alza de precios del crudo y el gas natural.
Pero esas emisiones serán equilibradas por el mayor uso de las fuentes de energía renovables.
Las emisiones causadas por el carbón registrarán un incremento del 2% este año (200 millones de toneladas de CO2).
Según los científicos climáticos, el mundo debe recortar a la mitad sus emisiones de CO2 de aquí a 2030 para mantener viva la esperanza de controlar el aumento de la temperatura del planeta a un máximo de 1,5ºC.
Aproximadamente un millón de toneladas de CO2 no fueron enviadas a la atmósfera gracias a esas tecnologías limpias.
“Esto significa que las emisiones de CO2 están creciendo mucho menos rápidamente este año de lo que se temía – y que las políticas gubernamentales están provocando cambios estructurales reales”, explicó el director ejecutivo de la AIE, Fatih Birol.
La producción de energía de origen solar y eólica creció más de 700 teravatios en 2022, una cifra récord, según la AIE.
El mayor emisor de CO2, China, se mantendrá en los mismos niveles en 2022, explicó la AIE.