La periodista rusa Marina Ovsiannikova, que protestó contra la ofensiva en Ucrania en un directo en la televisión estatal, ha sido puesta en la lista de personas buscadas en Rusia, según una notificación consultada este lunes.
La web del ministerio ruso de Interior indicó que Ovsiannikova, de 44 años, está buscada en el marco de un caso penal, sin más precisiones.
La periodista fue acusada en agosto de “difusión de información falsa” sobre el ejército ruso, un delito pasible de 10 años de prisión, y puesta en ese momento bajo arresto domiciliario.
Su arresto domiciliario estaba previsto hasta el 9 de octubre, con la posibilidad de ser prolongado a la espera de su juicio.
Contactado, su abogado, Dmitri Zajvatov, confirmó que su clienta está en búsqueda “porque no se encuentra en el lugar en el que debía estar hasta el 9 de octubre”.
El abogado no dio más detalles sobre su paradero, ni precisó si la periodista se encuentra en Rusia o en el extranjero.
El 21 de septiembre, la fecha en que se anunció una movilización militar parcial en Rusia, los simpatizantes de Marina Ovsiannikova difundieron un mensaje en sus redes sociales. La periodista decía haber ido a una comparecencia, en el marco del caso abierto en su contra, con una pancarta que decía “NO A LA MOVILIZACIÓN”.
A mitad de marzo, días después del inicio de la ofensiva en Ucrania, Marina Ovsiannikova interrumpió el telediario nocturno de la cadena pública rusa Pervy Kanal, en la que trabajaba como periodista desde hacía casi 20 años.
La reportera agitó en pleno directo una pancarta, en la que pedía el fin de los combates y llamaba a los rusos a “no creerse la propaganda”.
Por este gesto, fue brevemente detenida y se le impuso una multa. Luego abandonó el país para trabajar en el diario alemán Die Welt, pero en julio regresó finalmente a Rusia para tratar de conservar la tutela de sus dos hijos menores.
Pese a los riesgos siguió criticando desde Moscú la ofensiva de Ucrania. Fue de nuevo detenida y acusada de “difusión de información falsa” sobre el ejército ruso.
Desde el inicio de la ofensiva en Ucrania el 24 de febrero, las autoridades rusas reprimen toda denuncia del conflicto a base de multas y también de procesos por lo penal, que pueden acarrear elevadas penas de cárcel.