La crisis climática causada por la actividad humana ha abierto las “puertas del infierno”, advirtió el secretario general de la ONU en la apertura de la Cumbre de la Ambición Climática, de la que están ausentes Estados Unidos y China, los dos países más contaminantes.
Sequías, inundaciones, temperaturas sofocantes, incendios históricos, “la humanidad ha abierto las puertas del infierno”, como han demostrado “los horribles efectos del horrible calor”, dijo Antonio Guterres, en esta reunión cuyos participantes son los mejores alumnos de la lucha contra el cambio climático.
Pese a la multiplicación y la intensificación de eventos climáticos extremos, las emisiones de gas de efecto invernadero responsables del calentamiento siguen aumentando y el sector de las energías fósiles sigue generando beneficios récord.
El futuro “no está decidido, les corresponde escribirlo a líderes como ustedes”, espetó Guterres, quien cree que todavía “podemos limitar el aumento de la temperatura global a 1,5 ºC y construir un mundo de aire limpio, empleos verdes y energía limpia asequible para todos.
Si no cambia nada, el planeta se dirige hacia un aumento de la temperatura de 2,8 ºC, advirtió.
“Debemos recuperar el tiempo perdido a causa de la lentitud, las presiones y la avaricia de los intereses atrincherados que ganan miles de millones con los combustibles fósiles”, dijo Guterres.
Anunciada pocas horas antes de este encuentro de “sentido común”, entre la treintena de participantes no están ni Estados Unidos, pese a que Joe Biden está en Nueva York, donde la víspera habló en la Asamblea General de la ONU, ni China, cuyo presidente es uno de los grandes ausentes de esta cita neoyorquina.
Otra ausencia notable es la del Reino Unido, cuyo primer ministro Rishi Sunak -también ausente en Nueva York- sugirió el martes que podría revisar su objetivo de alcanzar la neutralidad carbono para 2050.
En cambio, la Unión Europea está invitada para exponer sus políticas climáticas, así como Brasil, Chile, Colombia, Cuba, España, Canadá, o Sudáfrica y muchos países muchos países en primera línea contra el impacto del calentamiento, como Barbados, Samoa o Tuvalu.
El secretario general también invitó a otros actores como el gobernador de California y a la alcaldía de Londres.
“No habrá lugar para el retroceso, la ecoimpostura, la elusión de responsabilidades o el reempaquetado de anuncios de años anteriores”, advirtió al anunciar esta reunión a finales de diciembre.
– “Corrección” –
“Quizá sea una buena noticia que Biden no tenga un hueco para hablar en la cumbre”, comentó Catherine Abreu, de la ONG Destino Cero, señalando con el dedo los planes de expansión de los combustibles fósiles de Estados Unidos.
“Se trata de una corrección respecto a cumbres anteriores, en las que los líderes han tenido la oportunidad de atribuirse el liderazgo climático en la escena internacional, mientras perseguían planes de expansión de los combustibles fósiles que están alimentando la crisis climática en casa”, añadió.
La cumbre es la reunión climática más importante en Estados Unidos desde 2019, cuando la activista sueca Greta Thunberg lanzó a los líderes mundiales su famoso “¡cómo os atrevéis!”
Aumenta el enfado entre los activistas del clima, sobre todo entre los jóvenes, que el pasado fin de semana volvieron a tomar por miles las calles de Nueva York en una marcha contra los combustibles fósiles.
Los observadores esperan con impaciencia lo que vayan a decir los dirigentes de Canadá y la Unión Europea en particular, sobre sus propias ambiciones pero también sobre sus compromisos financieros para ayudar a los países más vulnerables a hacer frente al calentamiento global, del que son los menos responsables.
El incumplimiento por parte de los países ricos de sus promesas de ayuda a los países en desarrollo es un tema especialmente delicado en las negociaciones internacionales sobre el clima.
Es una controversia que sin duda volverá a estar en el orden del día de la COP28 dentro de unas semanas. En el frente de las buenas noticias, Colombia, que participará en la cumbre del miércoles, y Panamá se unieron el martes a la alianza de países comprometidos con la eliminación progresiva del carbón.