La Ciudad de México superó una de sus alertas más prolongadas por contaminación que obligó a retirar de circulación a más de 20% de los autos durante tres días consecutivos.
La Comisión Ambiental de la Megalópolis (CAMe), en la que participan autoridades capitalinas y de estados vecinos, declaró la denominada “fase 1 de contingencia” la noche del pasado lunes y la levantó la tarde de este jueves.
“Se suspende la contingencia ambiental atmosférica por ozono y sus medidas”, informó en su boletín de la tarde la CAMe.
En el marco de la alerta, la más prolongada en cinco años, a partir del martes, según el número de matrícula y año de fabricación del vehículo, se prohibió la circulación de más de 20% del parque vehicular conformado por unos 6,5 millones de unidades, según datos oficiales.
También se redujeron actividades industriales, se suspendieron obras públicas y una refinería de la estatal Petróleos Mexicanos (Pemex) ubicada a unos 80km de la capital, en el estado de Hidalgo, trabajó al 75% de su capacidad.
La megaurbe, donde viven unos 22 millones de habitantes incluyendo los suburbios de la capital, ha sido afectada en los últimos días por un sistema de alta presión que se ha traducido en altas temperaturas y escaso viento, lo que impedía la dispersión de los contaminantes.
Pero las condiciones atmosféricas se modificaron en las últimas horas, permitiendo “una mayor velocidad del viento en comparación con los días anteriores y afluencia de humedad” desde el Pacífico.
Abril y mayo están entre los de mayor concentración de contaminantes al ser los meses más cálidos en la megaurbe. Este año, las temperaturas han batido récords con dos máximos históricos de 34,2 ºC el 15 de abril y de 34,3 ºC el 9 de mayo.
Esto ha propiciado que se eleven las concentraciones de ozono en Ciudad de México, que desde 1986 cuenta con un sistema que mide los niveles de contaminación.
La alerta más prolongada fue la declarada del 25 al 30 de mayo de 1998, según los registros históricos.