La Casa Blanca fustigó el fallo de un tribunal federal estadounidense que bloquea la mayor parte de los aranceles generalizados impuestos por el presidente Donald Trump.
Desde que regresó al poder en enero Trump ha transformado los lazos comerciales de su país con el mundo mediante la imposición de aranceles como táctica de negociación para presionar a los gobiernos extranjeros.
Pero la escalada de beneficios, que afecta tanto a aliados como a países rivales, ha agitado los mercados y afectado a las cadenas de suministro.
Trump anunció en abril aranceles radicales para casi todos sus socios comerciales, con un mínimo generalizado del 10%, además de gravámenes más elevados para decenas de economías, incluidas China y la UE, que desde entonces se han suspendido.
El Tribunal de Comercio Internacional, compuesto por tres jueces, dictó el miércoles que Trump se ha extralimitado en sus funciones y prohibió la mayoría de los aranceles anunciados desde que ejerció el cargo.
El dictamen se aplica a los impuestos a Canadá, México y China -que Trump impuso para incentivarlos a combatir el tráfico de fentanilo- ya los gravámenes adicionales del 2 de abril sobre todos los productos que ingresan en Estados Unidos, de un mínimo de 10% y de hasta el 50% dependiendo del país de origen.
Sin embargo el fallo mantiene intactos los aranceles del 25% para las industrias automotrices, del acero y del aluminio.
A través de una de sus cuentas en la red social X, la Casa Blanca calificó de “manifiestamente erróneo” el fallo.
“Confiamos en que esta decisión será revocada en apelación”, añadió.
Los abogados de la administración Trump han presentado un recurso contra la sentencia, que da a la Casa Blanca 10 días para completar el proceso de paralización de los aranceles afectados.