Kamala Harris y Donald Trump regresan a los estados más disputados de Estados Unidos, donde se decidirá el resultado de las elecciones, con la demócrata esperando aprovechar el impulso de su actuación en su primer debate presidencial.
La vicepresidenta realizará mítines consecutivos en Carolina del Norte mientras Trump viajará a Arizona, dos días después de que Harris llevara al expresidente republicano a ponerse a la defensiva en el primer enfrentamiento cara a cara de los dos candidatos en esta campaña.
Pero aún no está claro si la contundente actuación de Harris, vista por 67 millones de espectadores en Estados Unidos, cambiará el rumbo en una carrera que todavía está reñida a menos de dos meses del final.
La campaña de Harris sostuvo que la candidata, de 59 años, entra en una fase “más agresiva” en su carrera por la Casa Blanca, “buscando capitalizar su victoria decisiva en el debate y aprovechar el impulso”.
Agregó que Harris también se involucraría más con los medios: solo ha concedido una entrevista televisiva desde la decisión del presidente Joe Biden en julio de abandonar su candidatura.
Los mítines de Harris en Charlotte y Greensboro, Carolina del Norte, “redoblarán su mensaje de que el país debe pasar página de Trump”, añadió la campaña.
El debate de ABC News en Filadelfia fue un bienvenido espaldarazo para Harris, ya que el impulso inicial de entusiasmo que la ayudó a borrar la ventaja de Trump en las encuestas parecía estar estabilizándose.