FLORIDA, EE. UU. — La jueza federal Kathleen M. Williams emitió una orden contundente que prohíbe el ingreso de nuevos detenidos al centro migratorio conocido como “Alcatraz de los Caimanes”, ubicado en los Everglades de Florida, y ordena su desmantelamiento total en un plazo de 60 días.
La decisión representa un revés para el gobierno estatal de Ron DeSantis y la administración de Donald Trump, que impulsaron el centro como modelo nacional de detención migratoria. Construido en apenas ocho días sobre un aeródromo abandonado, el complejo fue criticado desde su apertura el 2 de julio por activistas, abogados y grupos ecologistas.
La jueza argumentó que el proyecto violó leyes federales al omitir una evaluación de impacto ambiental. En su fallo, respaldó la demanda presentada por organizaciones como Friends of the Everglades, Center for Biological Diversity y la tribu indígena Miccosukee, quienes denunciaron daños irreparables al ecosistema, incluyendo pérdida de hábitat y aumento de la mortalidad de especies en peligro de extinción.
Además de los daños ambientales, se documentaron graves denuncias sobre las condiciones de internamiento. Migrantes relataron jornadas sin luz solar, falta de higiene, atención médica deficiente y hasta agresiones físicas por parte de guardias. Uno de los detenidos, trasladado posteriormente, denunció haber sido golpeado por reclamar sus derechos.
La jueza Williams, nombrada por el expresidente Barack Obama, ya había bloqueado meses atrás una ley estatal que criminalizaba la entrada de migrantes indocumentados, lo que generó fuertes críticas del gobierno de Florida.
La orden judicial exige retirar toda la infraestructura instalada, incluyendo vallas, generadores, sistemas de drenaje y alumbrado. Las autoridades estatales han anunciado que apelarán el fallo, mientras grupos defensores celebran lo que consideran una victoria emblemática para los derechos humanos y la protección ambiental.