Israel rechazó las acusaciones de que es responsable de una “hambruna masiva” en la Franja de Gaza y afirmó que la escasez de alimentos en el territorio palestino es resultado de acciones deliberadas de Hamás, que gobierna Gaza.
La acusación llega en medio de una creciente preocupación internacional por la grave crisis humanitaria en Gaza, donde más de dos millones de habitantes padecen las consecuencias de más de 21 meses de conflicto.
Francia y más de 100 organizaciones humanitarias advirtieron que hay un riesgo real de hambruna en Gaza, afectando a una población que aún sufre una grave escasez de alimentos y bienes esenciales, incluso tras el inicio de un esperado alivio del bloqueo en mayo pasado.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) informó que gran parte de la población Gaza atraviesa hambre, y Tedros Adhanom Ghebreyesus, su director general, expresó la gravedad de la situación, señalando que muchas personas están muriendo de hambre.
Por su parte, el gobierno israelí insiste en que no es responsable y culpabiliza a Hamás por impedir la distribución de ayuda.

El presidente israelí, Isaac Herzog, afirmó que Israel actúa conforme al derecho internacional y acusó a Hamas de tratar de sabotear las operaciones de ayuda para obstaculizar su ofensiva militar.
En contraste, testimonios de desplazados en Gaza relatan que deben arriesgar sus vidas para conseguir alimentos. Mohamed Abu Jabal, por ejemplo, relató cómo sufrió un golpe en la cabeza al intentar llevar ayuda a sus hijos.
La ONU denunció que las fuerzas israelíes mataron a más de mil palestinos que intentaban acceder a ayuda desde finales de mayo, cuando se implementó la Fundación Humanitaria de Gaza, apoyada por Estados Unidos e Israel.
Además, 111 organizaciones, incluyendo Médicos Sin Fronteras, Save the Children y Oxfam, alertaron que sus empleados en Gaza están muriendo lentamente, mientras arriesgan sus vidas para brindar asistencia.
Estos grupos exigieron urgentemente una tregua, la apertura de los cruces fronterizos y el flujo libre de ayuda a través de mecanismos respaldados por la ONU, rechazando que la ayuda pase únicamente por la Fundación Humanitaria de Gaza, cuyo control consideran insuficiente para aliviar la crisis humanitaria.