Los bomberos seguían luchando para controlar varios incendios en el norte de España, golpeada por una precoz ola de calor que está llegando a su fin.
El incendio más peligroso avanzaba en la Sierra de Culebra, un macizo montañoso de la región de Castilla y León, cerca de la frontera con Portugal, y ya había devorado más 25.000 hectáreas, informó el gobierno regional.
Empezó el miércoles, en plena ola de calor, pero los bomberos aseguraron que las noches cada vez más frescas les ayudaban en sus operaciones para controlar el fuego.
Los habitantes de unos 20 pueblos que habían sido evacuados fueron autorizados el domingo por la mañana a regresar a sus casas, según las autoridades locales.
Con la mejora de la situación, se reabrieron varias carreteras, así como la autopista que une Madrid con Galicia, en el noroeste, cerrada la víspera debido a los fuegos.
En otras regiones de España, los servicios de emergencia combatían incendios de menor envergadura, como en Cataluña (noreste) y Navarra (norte), una de las pocas zonas donde las temperaturas seguían muy elevadas este domingo.
El gobierno regional de Navarra instó a la población a evitar los desplazamientos innecesarios para dejar las carreteras libres para los bomberos.
“Tenemos unas horas por delante muy difíciles, tenemos rachas de aire muy fuertes, superiores a 30 km por hora, y viento del sur”, dijo a la prensa Amparo López Antelo, directora general de Interior del gobierno navarro.
“Tenemos muchos focos activos”, advirtió.
Numerosas ciudades españolas registraron esta semana temperaturas superiores a los 40 ºC, algo inusual para un mes de junio.
Pero este domingo los termómetros empezaron a bajar en gran parte del país. En la capital, Madrid, se preveían 29 ºC y en la provincia de Zamora, donde se situá la Sierra de Culebra, unos 25 ºC.