La oenegé Human Rights Watch (HRW) acusó a la agencia europea de control de fronteras de apoyar “los esfuerzos de las fuerzas libias para interceptar los barcos” de migrantes, pese a “pruebas de tortura y de explotación en Libia”.
La Unión Europea “retiró sus propios barcos e instaló una red de medios aéreos gestionados por empresas privadas” para ayudar a la devolución de migrantes y refugiados a la costa libia, dijo la ONG en un informe.
Desde mayo de 2021, Frontex desplegó “un dron desde Malta” cuyas “trayectorias de vuelo muestran el papel clave que juega en la detección de barcos a proximidad de las costas libias”, agrega la oenegé.
La agencia europea transmite “las informaciones del dron a las autoridades costeras, incluida Libia”, a pesar de las “abrumadoras pruebas de tortura y explotación de migrantes y refugiados en Libia”, subrayó.
Según la misma fuente, “Frontex afirma que la vigilancia tiene por objeto ayudar al rescate, pero la información facilita las intercepciones y las devoluciones a Libia”.
El paso de la “vigilancia marítima a la aérea contribuye al ciclo de abusos extremos en Libia”, insiste HRW, que acusa a Frontex de falta de “transparencia”.
A finales de julio, un informe todavía confidencial de la Oficina Europea de Lucha contra el Fraude (Olaf) reveló que la antigua dirección de la agencia conocía supuestamente la existencia de las devoluciones ilegales de migrantes en Grecia e incluso cofinanció las expulsiones.