Haití, escenario de una nueva escalada de las violentas pandillas en las últimas semanas, se acerca a un “punto de no retorno” que amenaza con sumir al país caribeño en un “caos total”, advirtió el lunes la representante especial de la ONU, la ecuatoriana María Isabel Salvador.
“Los haitianos viven en una vulnerabilidad cada vez mayor y son cada vez más escépticos sobre la capacidad del estado para responder a sus necesidades”, subrayó Salvador ante el Consejo de Seguridad de la ONU, que examinó este lunes la situación del país caribeño.
“Nos acercamos a un punto de no retorno”, alertó.

Por ese motivo, la diplomática ecuatoriana instó a la comunidad internacional a que brinde cuanto antes ayuda “decisiva, concreta y sin dilatación” ya que de lo contrario, el país más pobre de América podría caer en el “caos total”.
“Su rápida respuesta podría ser parte de la solución a un deterioro tan extremo”, exhortó Salvador a los 15 miembros del Consejo.
La ONU ya tuvo que reducir, por razones de seguridad, su presencia en la capital haitiana, Puerto Príncipe, controlada en un 85% por las bandas criminales que siguen aumentando su presencia en el resto del país.
“Sin una financiación suficiente y previsible, incluso una presencia mínima de la ONU podría resultar insostenible”, cuando “el país más nos necesita”, alertó.
En medio de una ola de violencia desenfrenada, las pandillas criminales están acusadas de asesinar, violar y secuestrar a ciudadanos y saquear a la población en medio de la inestabilidad política reinante.
Desde mediados de febrero, se intensificaron sus ataques en varios distritos que antes escapaban a su control. En las afueras de la capital, a finales de marzo, atacaron una prisión y liberaron a más de 500 presos.
“Haití agoniza lentamente bajo la acción combinada de bandas armadas, narcotraficantes y traficantes de armas”, dijo por su parte el embajador haitiano, Pierre Ericq Pierre.
– “VIOLACIONES MASIVAS” –

Salvador recordó que en febrero y marzo murieron 1.086 personas y otras 383 resultaron heridas. Se suman a las más de 5.000 que murieron en 2024.
Ello, pese al despliegue parcial de la Misión Multinacional de Seguridad (MMAS) liderada por efectivos de Kenia para ayudar a la desbordada policía haitiana.
La misión, autorizada por el Consejo de Seguridad de la ONU, cuenta ahora con unos 1.000 policías de seis países, aún lejos de los 2.500 previstos inicialmente.
“Es esencial aumentar urgentemente el número de efectivos de la MMAS para alcanzar el objetivo previsto y satisfacer las altas y legítimas expectativas del pueblo haitiano”, alegó ante el Consejo Monica Juma, Asesora de Seguridad Nacional de la presidencia keniana.
Pero la misión sigue enfrentándose a una alarmante falta de recursos. De hecho, 261 policías kenianos formados y preparados siguen a la espera de ser desplegados “debido a la falta de equipamiento y apoyo logístico”, enfatizó Juma.
Respecto de la lamentable situación humanitaria de la población, Salvador expresó su preocupación por la escasez de fondos, a los que se suman los recortes presupuestarios decididos por Estados Unidos en su ayuda exterior.
También, abogó por hacer cumplir el embargo de armas que pesa sobre el país caribeño.
En una declaración conjunta, varios miembros del Consejo, entre ellos Francia y Reino Unido, pidieron nuevas sanciones contra los “responsables de la violencia sexual”, que es utilizada “sistemáticamente por las bandas como medio de esclavitud y terror”.
“Condenamos con todas nuestras fuerzas la violencia sexual y de género generalizada, incluidas las violaciones masivas, contra mujeres y niñas en Haití”, subrayaron.