El líder conservador alemán Friedrich Merz fue elegido jefe de gobierno en la segunda vuelta de la votación en el Parlamento, luego que por la mañana en una primera votación fracasara en llegar a la mayoría absoluta, una situación que refleja la fragilidad de la coalición acordada con los socialdemócratas.
Con 69 años, tras haber ganado en febrero las legislativas anticipadas, Merz obtuvo este martes en la segunda vuelta 325 votos de los 630 diputados. En la primera votación había obtenido 310 apoyos, 6 menos que el mínimo necesario.
Esa votación ajustada podría ser un indicio de la fragilidad del dirigente conservador y de la coalición con la que espera gobernar la primera economía europea, un país bajo presión tanto por la administración estadounidense de Donald Trump como, a nivel interno, por el auge de la extrema derecha.
– UNA “OFENSA” –

Tras la crisis política abierta por la caída del gobierno de Olaf Scholz en noviembre, Merz alimentó la esperanza de muchos al prometer reimpulsar la economía de su país y de Europa.
Pero el líder de la CDU inicia su andadura debilitada, confrontado al enfado de una parte de su electorado conservador, por flexibilizar recientemente las estrictas normas de endeudamiento, para poder financiar así un mayor gasto militar y la modernización de las infraestructuras del país.
Merz se apresuró a modificar dichas normas mediante una hábil maniobra a fines de marzo, apoyándose en la cámara saliente, para evitar verse bloqueado en el nuevo Bundestag por la extrema derecha y la izquierda radical.
Esta complicada elección es un “insulto” y “necesariamente tendrá un impacto en sus comienzos como canciller y luego, en el periodo gubernamental”, señaló Claire Demesmay, profesora en el instituto parisino Sciences Po de Ciencias Políticas e investigadora asociada en el Centro Marc Bloch de Berlín.

“Y al nivel internacional también, este giro no es buena señal”, agregó. Merz debe viajar a París y Varsovia el miércoles.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, lo felicit este martes, y afirmó esperar ver “más el liderazgo alemán” en el Viejo Continente y en las relaciones con Estados Unidos, ahora que “el futuro de Europa está en juego”.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, expresó su deseo de trabajar con Merz por una “Europa fuerte”.
También lo felicitó la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, quien consideró “fundamental” la cooperación entre Italia y Alemania para “reimpulsar la competitividad” de la UE.
Por su parte, el presidente francés, Emmanuel Macron, también le dio la enhorabuena y lo “citó” el miércoles en París para “hacer que el motor y el reflejo francoalemanes sean más fuertes que nunca”.