El Congreso peruano intentará este martes retomar la sesión para decidir el adelanto de las elecciones generales para este año,luego de que el lunes suspendiera la discusión de siete horas sin hallar la fórmula política que apacigüe al amplio sector del país que exige cambio presidencial.
“Estamos seguros de que habrá una salida. Todas las bancadas democráticas van a debatirlo teniendo en cuenta el alto sentido de urgencia”, dijo el jefe de gabinete Alberto Otárola el lunes, antes de que la sesión quedara en suspenso con una decisión entre sus manos que tiene en vilo al país.
La cita parlamentaria es las 11H00 locales (16H00 GMT) de este martes, mientras que para la tarde fuerzas sindicales, gremiales y campesinas del sur andino de Perú y otras regiones, convocaron a movilizaciones en el centro de Lima bajo el lema de “La Gran Marcha, Dina renuncia ya”.
“Estamos en una crisis política. Planteo unificarnos como un solo puño”, declaró la dirigente campesina de Puno, Brígida Curo en una conferencia de prensa para convocar a la marcha del martes.
De su parte, el líder sindical de la Confederación General de Trabajadores del Perú (CGTP), Gerónimo López lamentó que el Congreso “se aferre a mantenerse en el cargo”.
“Vemos a una presidenta (Boluarte) que da discursos y hecha la pelota al Congreso, no hay voluntad política para escuchar la plataforma de lucha del pueblo. El pueblo exige la renuncia inmediata de la presidenta Dina Boluarte”, agregó el dirigente.
La crisis política y social, que deja ya 48 muertos en ciudades del sur y en Lima en siete semanas, no da señales de solución.
El poder político ha sido incapaz de hallar una respuesta a las demandas de la población, sobre todo rurales del sur andino de mayoría indígena, históricamente postergada, que había apostado a mejorar sus condiciones de vida con la llegada del izquierdista Pedro Castillo a la presidencia (2021-2022), destituido y detenido el 7 de diciembre tras intentar disolver el Congreso.
Boluarte, entonces vicepresidenta, asumió las riendas del gobierno.
– Tropas contra los bloqueos –
Un despliegue de tropas militares fuertemente armadas salió de Lima y llegó a la región de Ica, 250 km al sur de Lima, donde despejaron varios tramos de la ruta Panamericana Sur que se encontraban bloqueados en este punto estratégico para conectar con el sur del país.
En ciudades del interior, sobre todo hacia los Andes y la selva peruana, se multiplican las escenas que revelan la falta de productos básicos, sobre todo de combustible, gas licuado de uso doméstico en este país.
“Hay personas que están haciendo la cola desde las tres de la mañana (…) ya hace dos semanas que no tengo gas. Tenemos que volver a retroceder en el tiempo y cocinar con leña y carbón lo cual es difícil, lastima a los pulmones”, dijo a la AFP Gabriela Álvarez, 33 años, ama de casa en Poroy, a 15 km de la ciudad del Cusco.
Allí, cerca de 300 personas hacían cola para comprar un balón de gas doméstico.
En Puerto Maldonado, 1.580 km al sureste de Lima, en la región amazónica, largas colas de vehículos peruanos esperaban su turnos para abastecerse de gasolina en las ciudades fronterizas con Brasil, según mostraron imágenes de televisión.
Los bloqueos han generado también problemas entre pacientes graves que necesitan traslados, tratamientos oncológicos, y han complicado la distribución de servicios médicos en varias zonas del país.
La mina peruana de cobre Las Bambas, explotada por la china MMG y que provee alrededor de 2% del volumen mundial del metal, anunció que suspenderá desde el miércoles sus operaciones si continúan los bloqueos.
– Consternación en la OEA –
“Consternada” por la violencia en Perú, la OEA llamó el lunes al gobierno a celebrar “pronto” elecciones bajo observación internacional y expresó su preocupación por el presunto “uso excesivo de la fuerza” en las protestas que piden la dimisión de la presidenta Dina Boluarte.
En una sesión extraordinaria del Consejo Permanente del organismo, los países miembros adoptaron una declaración sobre los hechos recientes en el país andino consensuada con Perú. Solo se abstuvo El Salvador “por estar todavía en consultas con la capital”.
Estados Unidos, a través de su embajador Francisco Mora, subrayó que “el momento de las elecciones en Perú es una cuestión que deben decidir los líderes e instituciones del país” y pidió a la comunidad internacional que apoye al gobierno de Boluarte.