El Salvador aprueba la reelección presidencial indefinida

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En una decisión que ha generado controversia y opiniones divididas tanto a nivel nacional como internacional, la Asamblea Legislativa de El Salvador, controlada por el partido oficialista Nuevas Ideas (NI), ratificó una reforma constitucional que abre la puerta a la reelección presidencial indefinida.

La modificación, que fue aprobada en una sesión express, modifica varios artículos clave de la Constitución salvadoreña, alterando significativamente el marco legal de la política en el país centroamericano.

La reforma afecta los artículos 75, 80, 133, 152 y 154 de la Carta Magna, y tiene como principales cambios la autorización de la reelección presidencial continua, la eliminación de la segunda vuelta electoral y la ampliación del periodo presidencial a seis años.

Estos cambios marcan un giro importante en la historia política de El Salvador, donde en el pasado la Constitución establecía límites claros a la reelección, y su modificación ha sido vista como un paso hacia una mayor concentración del poder en la administración actual.

El proceso de aprobación fue rápido y decidido. La enmienda había sido ratificada en una sesión semanales de la Asamblea la misma noche del jueves, horas antes de su publicación en el Diario Oficial por parte del presidente Nayib Bukele, quien inmediatamente comunicó la aprobación y ordenó la publicación formal. Posteriormente, en una nueva sesión del órgano legislativo, el partido oficialista presentó la solicitud de ratificación formal, que fue sometida a votación y logró obtener 57 votos de los 60 diputados, en un proceso que duró apenas unos minutos.

Este movimiento ha suscitado duras críticas de sectores políticos, defensores de los derechos humanos y organizaciones internacionales, que consideran que la reforma atenta contra los principios democráticos y puede poner en riesgo la separación de poderes en el país. Mientras tanto, los allegados a Bukele sostienen que la modificación busca fortalecer el liderazgo del país y garantizar la estabilidad política.

El impacto de esta reforma, así como su posible repercusión en el equilibrio institucional y la gobernabilidad de El Salvador, será objeto de análisis en los próximos meses, pues muchos expertos advierten que cambios de esta magnitud podrían abrir nuevos escenarios políticos en la nación centroamericana.