La construcción del puerto temporal de Gaza ha terminado, pero no se puede instalar debido a las condiciones meteorológicas, anunció el Pentágono.
Ante la negativa de Israel a facilitar la entrada de ayuda por tierra al asediado territorio palestino, sumido en una catástrofe humanitaria, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunció a principios de marzo la construcción de esta instalación, cuyo coste ascenderá a unos 320 millones de dólares.
“A día de hoy la construcción de las dos partes” del muelle “ha terminado” pero todavía hay que transportarlas a su emplazamiento final, dijo a periodistas la portavoz adjunta del Pentágono, Sabrina Singh.
“Hoy sigue el pronóstico de fuertes vientos y marejadas, lo que está provocando condiciones inseguras para el traslado de los componentes de JLOTS”, acrónimo del puerto artificial.
“Así que las secciones del muelle y los buques militares (…) siguen posicionados en el puerto de Ashdod”, en Israel, dijo Singh, y añadió que el ejército está preparado para trasladarlas “en un futuro cercano”.
Cuando el clima lo permita, el puerto será anclado en la costa de Gaza por soldados israelíes para evitar la presencia de tropas estadounidenses sobre el terreno.
La ayuda humanitaria llegará en barco a través de una plataforma flotante frente a la costa de Gaza y después se trasladará al puerto, desde donde se transportará al territorio en camiones.
Una portavoz de la Casa Blanca declaró el martes que Estados Unidos considera “inaceptable” el cierre por parte de Israel de dos importantes puntos de entrada de ayuda humanitaria en Gaza: Rafah y Kerem Shalom.
“Los pasos fronterizos cerrados deben reabrirse, es inaceptable que permanezcan cerrados”, declaró Karine Jean-Pierre, en una rueda de prensa en la que precisó que se espera que el de Kerem Shalom reabra el miércoles.