El pacto migratorio negociado en el Senado morirá en cuanto llegue a la cámara baja del Congreso de Estados Unidos, advirtió el viernes el presidente republicano de la Cámara de Representantes, Mike Johnson.
Los republicanos del Congreso exigen un cambio en la política migratoria del presidente demócrata Joe Biden como condición para aprobar un nuevo paquete de ayuda a Ucrania, cuando el país se dispone a entrar en su tercer año de lucha contra la invasión rusa.
Desde hace casi dos meses los senadores y altos cargos del gobierno intentan consensuar un acuerdo que sea aceptado por la cámara baja.
“Si los rumores sobre el contenido del borrador de la propuesta son ciertos, de todas formas habría muerto nada más llegar a la Cámara”, afirma Johnson en una carta enviada a los republicanos de la Cámara de Representantes.
Johnson es un aliado del expresidente Donald Trump, quien ha convertido la crisis fronteriza en un tema central de su campaña para la nominación republicana de cara a las presidenciales de noviembre, en las que probablemente se enfrentará a Biden.
Si Biden quiere que los republicanos lo tomen en serio, afirma Johnson, debe “demostrar su buena fe tomando medidas inmediatas para asegurar” la protección de la “soberanía nacional” en la frontera.
Y recuerda que las medidas para resolver lo que califica de “catástrofe fronteriza” están incluidas en un proyecto de ley del año pasado que pone trabas a la solicitud de asilo, pide reanudar la construcción de un muro en la frontera con el país vecino y resucita los llamados Protocolos de Protección al Migrante (conocidos como “Quédate en México” o MPP).
Esta política introducida por Trump permite expulsar a los migrantes a México mientras esperan una cita judicial y siguen adelante con el proceso migratorio.
La llegada masiva de migrantes a la frontera entre Estados Unidos y México es el principal talón de Aquiles electoral de Biden, candidato a su reelección.
Su secretario de Seguridad Interior, Alejandro Mayorkas, también está siendo blanco de los republicanos, que quieren destituirlo.
Un comité de la Cámara de Representantes, donde los conservadores tienen una ajustada mayoría, considera haber recabado suficientes pruebas para someterlo a un juicio político (impeachment en inglés).
En su escrito, Johnson advierte que la semana que viene reanudarán las sesiones y “la votación se celebrará lo antes posible”.
Este intento de destitución de todos modos no prosperará en el Senado, bajo control de los demócratas.