EE. UU. prepara incautación masiva: 18 petroleros venezolanos bajo vigilancia

Comparte si te gusta

Un total de 18 petroleros cargados de crudo venezolano, todos ellos bajo sanciones de Washington, se encuentran actualmente en aguas territoriales de Venezuela y son monitoreados de cerca por fuerzas estadounidenses, según reveló el portal Axios y confirmaron diversos medios internacionales.

Ocho de estos buques están clasificados como embarcaciones de gran tamaño, similares al Skipper, incautado por EE. UU. la semana pasada en una operación que marcó un precedente en la nueva estrategia de presión contra Caracas.

El presidente Donald Trump anunció recientemente un “bloqueo total y completo” contra todos los petroleros sancionados que entren o salgan de Venezuela, una medida que eleva significativamente la tensión en el Caribe y que, según analistas, podría alterar el equilibrio energético regional. El mandatario también declaró al Gobierno de Nicolás Maduro como una “organización terrorista”, lo que abre la puerta a acciones más agresivas en el ámbito marítimo y financiero.

De acuerdo con Axios, la Casa Blanca planea incautar los 18 buques en cuanto crucen a aguas internacionales, un movimiento que Washington considera legal bajo su régimen de sanciones, pero que Caracas y sus aliados califican como un acto de “piratería estatal”.

Trump afirmó en su red social que Venezuela “está rodeada por la armada más grande jamás reunida en la historia de Sudamérica”, en referencia al despliegue naval estadounidense en la zona.

La reacción internacional no se hizo esperar. El Kremlin advirtió que esta escalada podría generar “consecuencias impredecibles” para todo Occidente, subrayando que Rusia considera ilegítimas las sanciones extraterritoriales de EE. UU. y que responderá diplomáticamente ante cualquier intento de incautación de barcos vinculados a su industria energética.

Mientras tanto, expertos en comercio marítimo señalan que varios de los petroleros sancionados han utilizado prácticas de ocultamiento, como el apagado de sistemas de geolocalización, para evadir controles, una táctica que el Departamento del Tesoro estadounidense ha denunciado repetidamente.

La situación mantiene en vilo al mercado petrolero internacional, que observa con preocupación una posible interrupción del flujo de crudo venezolano en medio de un contexto global ya marcado por la volatilidad energética.