Kuala Lumpur. — El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, protagonizó una escena inesperada al descender del Air Force One en el aeropuerto internacional de Kuala Lumpur, donde fue recibido con honores por el primer ministro malasio, Anwar Ibrahim, y una colorida delegación de funcionarios y artistas locales.
En medio de una alfombra roja flanqueada por decenas de ciudadanos ondeando banderas estadounidenses y malayas, Trump se unió brevemente a una danza tradicional malaya, marcando con su estilo característico el inicio de la 47ª Cumbre de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN).
La visita forma parte de una gira de cinco días por Asia que incluye paradas en Japón y Corea del Sur.
En Kuala Lumpur, Trump supervisó la firma de un acuerdo histórico de paz entre Camboya y Tailandia, además de rubricar cuatro pactos comerciales regionales que, aunque no eliminan los aranceles estadounidenses, abren espacio para exenciones estratégicas.
Durante su intervención en la cumbre, Trump reafirmó el compromiso de Estados Unidos con la región: “Nuestro mensaje a las naciones del sudeste asiático es que estamos con ustedes al 100% y tenemos la intención de ser un socio fuerte durante muchas generaciones”, declaró ante líderes como Luiz Inácio Lula da Silva (Brasil), Sanae Takaichi (Japón) y Justin Trudeau (Canadá).
La escena del baile fue ampliamente compartida en redes sociales, generando reacciones mixtas entre diplomáticos y ciudadanos. Mientras algunos lo interpretaron como un gesto de respeto cultural, otros lo vieron como una maniobra mediática. Lo cierto es que Trump logró captar la atención global desde el primer minuto de su visita.
La agenda presidencial continuará con reuniones bilaterales clave, incluyendo un encuentro con el presidente chino Xi Jinping en Corea del Sur, donde se espera abordar tensiones comerciales y de seguridad regional.