El presidente Donald Trump criticó a Pekín por haber rechazado la entrega de aviones nuevos de Boeing, lo que describió como un “pequeño ejemplo de lo que China le ha hecho a Estados Unidos durante años”.
En su red Truth Social el magnate republicano estimó que Boeing debería reclamar a China por “impago”.
El presidente del gigante estadounidense de la aviación Boeing, Kelly Ortberg, declaró el miércoles que los clientes chinos han “dejado de recibir aviones debido al entorno arancelario”.

Estas declaraciones pusieron de manifiesto los crecientes trastornos causados por los aranceles que impuso este mes a Trump, a los que China replicó a su vez con sobretasas.
Los impuestos estadounidenses han alcanzado el 145% sobre muchos productos chinos y los de Pekín el 125% sobre las importaciones procedentes de Estados Unidos.
El bombardeo arancelario, que según Trump es en represalia por las prácticas comerciales desleales y para intentar impulsar la industria estadounidense, ha sacudido los mercados y hace temer una recesión mundial.
Pekín arrojó el jueves agua fría sobre el aparente optimismo de Trump de alcanzar un acuerdo para reducir los aranceles, diciendo que las sugerencias de conversaciones en curso eran “infundadas”.
Trump declaró a periodistas el miércoles que su país alcanzará un “acuerdo justo” con China.

Los aranceles del 145% comprenden un 125% aplicado en abril que se suma al 20% adicional anunciado semanas antes por considerar que Pekín no combate lo suficiente el tráfico de fentanilo, un potente opioide que causa una grave crisis sanitaria en Estados Unidos.
Trump volvió a quejarse este jueves de que el fentanilo “sigue llegando” a Estados Unidos “desde China, a través de México y Canadá”. “¡Y más vale que pare AHORA!”, añadió.
México y Canadá son objeto de tarifas aduaneras del 25% desde principios de marzo. Washington acusa a sus dos vecinos de no hacer lo suficiente para limitar la entrada de migrantes y fentanilo a Estados Unidos.
Estos aranceles aduaneros fueron posteriormente suspendidos en gran parte, pero México también se ve afectado por el 25% de gravámenes al acero y al aluminio, y por los recargos a los automóviles.