Crece descontento en Perú

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La nueva presidenta de Perú, Dina Boluarte, anunció que el sábado formará un nuevo gobierno tras la destitución y detención de Pedro Castillo, acusado de una intentona golpista, pero el descontento crece en las calles, donde seguidores del exmandatario exigieron su liberación y la convocatoria a elecciones.

Boluarte no descartó este viernes llamar a elecciones anticipadas en busca de una salida pacífica a la crisis política, e instó a la calma a la población en medio de protestas que exigen un nuevo Congreso.

“Si la sociedad y la situación lo amerita adelantamos elecciones en conversaciones con las fuerzas democráticas del Congreso”, declaró Boluarte a la prensa, tras asegurar que el sábado tendrá formado su gabinete. 

“Hago un llamado a las hermanas y hermanos que están saliendo en protesta para pedirles que nos calmemos”, señaló.

Dos días después del fracaso de su tentativa de golpe de Estado, Castillo comparte centro de reclusión con el exmandatario Alberto Fujimori en la base de las fuerzas especiales de la policía, ubicada al este de Lima. 

La fiscalía acusa a este maestro rural de izquierda de rebelión y conspiración, y un alto tribunal dictó siete días de prisión preliminar en su contra.

En las calles, en tanto, las manifestaciones crecen y atizan la incertidumbre sobre la posibilidad de que Boluarte pueda concluir en 2026 su mandato, como ella misma anunció al asumir.

Decenas de manifestantes bloqueaban este viernes por segundo día consecutivo diferentes tramos de la carretera Panamericana Sur con piedras, troncos y quemando neumáticos en demanda de elecciones generales y el cierre del Congreso.

También hay protestas y bloqueos convocados en Lima en la tarde.

Cerca de un millar de manifestantes chocaron violentamente el jueves contra la policía cerca del Parlamento, y fueron dispersados con gases lacrimógenos. Al menos tres manifestantes fueron detenidos, constató la AFP.

Movilizaciones callejeras también se reportaron el jueves en otros puntos del interior de Perú como Chota (Cajamarca, cuna de Castillo), Trujillo, Puno, Ayacucho, Huancavelica y Moquegua.

La Defensoría del Pueblo hizo un llamado “a toda la ciudadanía a la tranquilidad y la responsabilidad”. “El uso de medios violentos durante las movilizaciones de protesta están prohibidos”, indicó en un mensaje en Twitter.

Las miradas están puestas también este viernes en una ceremonia del ejército peruano por el 198º aniversario de la Batalla de Ayacucho, que selló el fin de la dominación colonial de España en América Latina. 

Boluarte debe asistir al evento y pronunciar un discurso ante los militares, que jugaron un rol clave en la caída de Castillo al no respaldar el régimen de excepción que propuso.

Castillo intentó disolver el legislativo y gobernar por decreto, pero sus órdenes fueron desacatadas por las Fuerzas Armadas y el Congreso.

– “No lo han dejado trabajar” – 

Miles de manifestantes exigieron el jueves la renuncia de la flamante presidenta, la primera mujer en dirigir a Perú y a quien algunos izquierdistas tildan de “traidora” por haber asumido el cargo. 

“Estoy marchando por defender a mi presidente Pedro Castillo, que lo han vacado (destituido) injustamente. Han hecho lo imposible para sacar a Castillo. Desde el momento que ha entrado no lo han dejado trabajar”, dijo a la AFP Mery Colque, una manifestante en Lima.

“Vivimos en un golpe de Estado decretado por el Congreso golpista. No puede ser que un grupito de 100 personas saque a un presidente elegido por millones”, cuestionó Ana Zevallos, otra simpatizante de Castillos que participó en la protesta.

Castillo lució abrumado y con el rostro desencajado en una audiencia judicial celebrada el jueves, donde no habló.

“Resulta claro que acá no se ha configurado el delito de rebelión” porque éste no se concretó, alegó su defensa.

De ser hallado culpable, podría enfrentar una pena de entre 10 y 20 años de prisión.

Tras anunciar la disolución de los poderes y declarar el estado de excepción el miércoles, Castillo fue detenido por su propia escolta mientras se dirigía a la embajada de México en Lima a solicitar asilo político.

El gobierno del presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador, su férreo defensor, dijo que realiza consultas con el nuevo gobierno peruano para otorgarle el asilo, informó el canciller Marcelo Ebrard.

Durante la seguidilla de eventos que desembocaron en su destitución, Estados Unidos y otros países de la región, así como España, condenaron su intento de romper el orden constitucional y llamaron a respetar el Estado de derecho en Perú.

Pero López Obrador, el venezolano Nicolás Maduro y el colombiano Gustavo Petro responsabilizaron a las élites peruanas de arrinconar a Castillo desde su llegada al poder.

Perú lleva dos días sin gabinete ministerial dado que todos los ministros de Castillo renunciaron en cascada en rechazo al autogolpe.

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