El gobierno de Colombia y el fabricante francés Dassault no concretaron a tiempo la compra de aviones de combate Rafale y los plazos legales vencieron antes de concluir la negociación, informó el ministerio de Defensa.
La adquisición de unos 16 cazas, que se hizo oficial el 21 de diciembre, debía formalizarse antes de que terminara el 2022, según lo estipulado por el Consejo Nacional de Política Económica y Social (Conpes), un organismo asesor del ejecutivo que había aprobado el presupuesto para comprar las aeronaves.
El gobierno izquierdista de Gustavo Petro determinó entonces que la oferta de Dassault era “la mejor” en relación al “precio, eficiencia y operatividad”. A la vez negociaba con una empresa sueca que fabrica los aviones Gripen.
Sin embargo “no se logró (…) un acuerdo definitivo con ninguno de los dos oferentes que estaban preseleccionados”, dijo el ministro de Defensa, Iván Velásquez, a la emisora La W.
Hubo “discusiones técnicas que llevaron finalmente a que no se lograra concretar (la compra) antes del 31 de diciembre y desafortunadamente por esa circunstancia el Conpes (…) se venció”, agregó.
Según una primera comunicación del Ministerio de Defensa, Colombia pretendía adquirir 16 aviones Rafale por unos 3.000 millones de dólares para reemplazar sus Kfir, de fabricación israelí.
Este lunes, Velásquez precisó que el monto aprobado por el Conpes era de USD678 millones, que alcanzaban para “tres o cuatro” Rafale.
De acuerdo al ministro, el gobierno definirá pronto si estudia de nuevo las ofertas.
El proceso de adquisición de aviones inició en el gobierno del derechista Iván Duque (2018-2022), antecesor de Petro. Su ministro de Defensa, Diego Molano, consideraba indispensable adquirir nuevos cazas para proteger la soberanía nacional y luchar contra el narcotráfico.
Entonces senador opositor, Petro rechazó la millonaria inversión. Tras asumir el poder el 7 de agosto, cambió de opinión y levantó críticas entre algunos miembros del oficialismo quienes consideran que el gobierno tiene otras prioridades.
Según el mandatario, los Kfir están viejos y ponen en riesgo la integridad de los pilotos de la Fuerza Aérea.