GUADALAJARA, Jalisco. – En un operativo sorpresa realizado por el Ejército mexicano, fue capturado Alejandro Guzmán, sobrino de Joaquín “El Chapo” Guzmán, exlíder del Cártel de Sinaloa.
La detención se llevó a cabo en un rancho ubicado al sur de Guadalajara, Jalisco, tras labores de inteligencia que permitieron ubicar al presunto operador de alto nivel dentro de la estructura criminal conocida como “Los Chapitos”.
Según el portal especializado Cartel Insider, los soldados “sabían que estaría allí” y lograron arrestar también a tres de sus escoltas personales.

Una segunda propiedad vinculada al grupo está siendo registrada por las autoridades, en busca de más evidencia relacionada con actividades ilícitas.
Alejandro Guzmán, de 28 años, es considerado un miembro de confianza dentro del círculo familiar del Chapo y mantiene vínculos estrechos con sus cuatro hijos: Iván Archivaldo, Jesús Alfredo, Joaquín y Ovidio Guzmán.
De ellos, Iván y Jesús Alfredo tienen órdenes de captura vigentes, mientras que Ovidio se declaró culpable ante la justicia estadounidense por cargos relacionados con narcotráfico y Joaquín estaría próximo a hacerlo.

Fuentes cercanas a la investigación señalan que Alejandro Guzmán manejaba operaciones logísticas, financieras y de seguridad para la facción, incluyendo el control de laboratorios de fentanilo, rutas de envío de cocaína y lavado de dinero en México, Estados Unidos y Dubái. Su captura representa un golpe estratégico contra la red de “Los Chapitos”, considerada una de las más activas y violentas del país.
El gobierno mexicano no ha emitido aún un comunicado oficial, pero se espera que en las próximas horas se formalicen los cargos y se defina su traslado a un penal federal. Analistas en seguridad consideran que esta detención podría acelerar nuevas acciones contra el liderazgo del Cártel de Sinaloa.