Canadá tomó medidas el viernes contra una empresa de Irán acusada de suministrar drones a Rusia, en el marco de una nueva ronda de sanciones en respuesta al “comportamiento atroz del régimen iraní tanto en el país como en el extranjero”.
En noviembre, Canadá ya había sancionado a dos empresas de armas iraníes acusadas de enviar drones y personal a Rusia para atacar Ucrania.
Ottawa castigó esta vez a cuatro personas y cinco entidades de la nación asiática “por su papel en violaciones graves y sistemáticas de los derechos humanos y acciones del régimen que continúan amenazando la paz y la seguridad internacionales”.
Entre ellas figura la aerolínea comercial y de carga Safiran Airport Services, que “coordinó vuelos militares rusos entre Irán y Rusia” y está acusada de ayudar a entregar drones iraníes a Moscú para que se utilicen en Ucrania.
También sancionó a la compañía Baharestan Kish, especializada en el diseño y fabricación de drones militares en Irán y que ha llegado a acuerdos con el cuerpo de los Guardianes de la Revolución (IRGC), el ejército ideológico del poder iraní.
En septiembre, Estados Unidos ya había tomado medidas contra estas dos empresas.
El diario ultraconservador iraní Javan, “que difunde mensajes antisemitas y propaganda del régimen iraní”, también figura en la lista.
Entre los funcionarios sancionados se encuentran Morteza Talaei, segundo general de brigada de los Guardianes, Hassan Karami, comandante de las fuerzas de seguridad, y Ali Ghanaatkar Mavardiani, magistrado superior y fiscal.
En estas últimas semanas, el gobierno canadiense ya ha sancionado a 99 personas y 18 corporaciones iraníes.