Cientos de bomberos batallaban para contener varios incendios en California, a medida que una peligrosa ola de calor achicharra a buena parte de Estados Unidos.
El viernes se registraron temperaturas de hasta 47º C en este estado, mientras la última ola de calor de la región se acerca a su pico.
En el condado de Mariposa, cerca del Parque Nacional Yosemite, el incendio French ha devastado más de 405 hectáreas de vegetación desde que se desató el jueves.
Las autoridades emitieron órdenes de evacuación para casi todos los 1.100 habitantes de la comunidad en el centro del estado.
Pero las condiciones climáticas dieron tregua a los bomberos, con lo que las llamas han sido contenidas en un 15% y algunos residentes consiguieron volver a sus casas.
Más al norte, a pocos kilómetros de la capital Sacramento, los más de 2.000 bomberos que combaten el incendio Thompson consiguieron controlar parcialmente las llamas, que han consumido unas 1.533 hectáreas de vegetación y bosques en Oroville.
Aunque las autoridades retiraron las órdenes de evacuación en algunas zonas de esta localidad del condado de Butte, las advertencias continúan vigentes para buena parte de la población.
Pero las autoridades advirtieron que lo peor aún está por venir.
“Las temperaturas aumentarán algunos grados en comparación con los picos de ayer y mañana debe ser el día más caliente de la ola de calor que seguirá impactando al menos al comienzo de la semana que viene”, alertó este viernes en las redes el Servicio Meteorológico Nacional (NWS).
“Se espera que se igualen o superen récords de temperatura”, agregó.
En este sentido, exhortaron a la comunidad a evitar los fuegos artificiales, tradicionales de la conmemoración del 4 de Julio, día de la Independencia de Estados Unidos y que iluminaron el cielo de ciudades como Los Ángeles el jueves.
“Cualquier ignición de fuego puede propagarse rápidamente”, agregó el despacho.
California vive un temprano inicio de lo que parece ser una intensa temporada de incendios forestales.
Actualmente, más de diez incendios están activos en el estado, carbonizando cientos de hectáreas.
California sufrió unos 20 años de sequía dramática, pero los dos últimos años fueron relativamente húmedos, con altos niveles de lluvia que rellenaron los embalses y permitieron que bosques y pastizales crecieran.
Sin embargo, el 2024 se perfila como un año caluroso y seco, y esa flora se está secando rápidamente, convirtiéndose en elemento combustible para los incendios forestales.
Los extremos climáticos extremos se han vuelto cada vez más comunes gracias al calentamiento global, según los expertos, en gran parte por la quema indiscriminada de combustibles fósiles.