El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo que los acontecimientos del 6 de enero de 2021, cuando partidarios de Donald Trump irrumpieron en el Capitolio, no deben ser olvidados ni “reescritos” después de cuatro años de sucedidos.
“No creo que debamos fingir que eso no ocurrió”, dijo a los periodistas en la Casa Blanca, un día antes de que el Congreso certifique la victoria electoral de Trump en noviembre de 2024 que lo llevará de regreso al Despacho Oval.
Tras el triunfo de Biden en los comicios de 2020, el entonces presidente Trump pidió al Congreso y a su vicepresidente que bloquearan la certificación, alegando sin pruebas que un fraude generalizado había provocado su derrota.
Al término de un mitin frente a la Casa Blanca, los partidarios de Trump asaltaron el edificio del Capitolio, la sede del Congreso estadounidense, y obligaron a retrasar el procedimiento hasta primera hora de la mañana siguiente.
“Creo que lo que hizo fue una auténtica amenaza para la democracia”, añadió Biden este domingo. “Tengo la esperanza de que lo hayamos superado”, matizó.
“Creo que no debe ser reescrito, no creo que deba ser olvidado”, sostuvo.
El mandatario saliente, que entregará el poder el próximo 20 de enero a Trump, también hizo hincapié en sus esfuerzos por garantizar una “transición suave”.
“Tenemos que volver a la transferencia básica y normal del poder”, dijo.
Biden tachó con frecuencia a Trump de “amenaza para la democracia” cuando era el candidato presidencial demócrata que se enfrentaba al republicano, antes de ser sustituido por la vicepresidenta Kamala Harris.
Al contrario que en las elecciones de 2020, Biden reconoció rápidamente la victoria electoral de Trump y, como símbolo de compromiso con un traspaso pacífico, lo invitó a reunirse en la Casa Blanca.